Al otro día después del lavado y secado al candente Sol, tocaba el planchado, una plancha de metal conectada a un Fogón de Leña o a un Anafe de Carbón, que en algunas ocasiones era a pleno Sol, u otra Plancha de Vapor, que era una Plancha donde se le levantaba la parte de arriba al igual que el bonete de un carro, se le introducía carbón encendido después de un rato que la Plancha se calentaba la dama pasaba esta Plancha por un trapo encerado para luego iniciar la faena, esto de pasar tela encerada a ambas planchas para mantenerla limpia y lubricada y no ensucie la ropa, porque si aparecia una manchita en una prenda la planchadora se ganaba un garrotazo.
Otra de las partes lindas de este oficio, de nuestras viejas cuando eran jóvenes fue lo de almidonar la ropa, algunos pantalones, porque a nuestros padres les encataba y se sentían orgulloso de andar con un pantalón de Kaki almidonado que el rechinar de la tela al caminar se sentía a legua, así como el filo recto y derechito cual si fuera machete de cortar plátanos, y que decir del brillo reluciente.
Este niágara antiguo se obtenía de la yuca, la yuca se pelaba y se partía en pedazos pequeños para luego ponerlos al solo, para su secado, cuando estaba bien seco se usaba un Mortero (Pilon) para machacar la yuca hasta convertirla en arina.
Este niágara antiguo se obtenía de la yuca, la yuca se pelaba y se partía en pedazos pequeños para luego ponerlos al solo, para su secado, cuando estaba bien seco se usaba un Mortero (Pilon) para machacar la yuca hasta convertirla en arina.
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