Tenemos casas más grandes, y familias más pequeñas;
Cosas más convenientes, pero menos tiempo;
Más educación y menos sentido;
Más conocimiento, y menos juicio;
Más expertos, y más problemas;
Más medicinas, y menos bienestar
Gastamos sin medida, reímos muy poco,
Hemos multiplicado muestras posesiones,
Pero reducido nuestros valores;
Hablamos demasiado, amamos muy poco y mentimos casi todo el tiempo;
Hemos aprendido a ganarnos la vida, pero no a vivirla plenamente.
Hemos llegado a la luna y regresado, pero tenemos problemas
a la hora de cruzar la calle y conocer a nuestro vecino.
Hemos conquistado el espacio exterior, pero no el interior;
hacemos cosas más grandes, pero no mejores;
hemos limpiado el aire, pero no el alma;
hemos dividido el átomo, pero no nuestros prejuicios;
escribimos mucho, pero aprendemos poco;
planeamos todo, pero no conseguimos casi nada.
Hemos aprendido a hacer las cosas más rápido, pero no a tener más paciencia; tenemos ganancias más altas, pero moral más baja;
cada vez tenemos más cantidad y menos calidad.
Esta es la época de la comida rápida y la digestión lenta;
hombres altos de bajo carácter;
profundas ganancias y relaciones superficiales.
Esta es la época de la paz mundial, y la guerra doméstica;
más tiempo libre y menos diversión;
Ahora tenemos ingresos conjuntos y más divorcios;
casas más bellas y hogares más rotos.
Construimos más computadoras para guardar más información,
para producir copias más rápidas que nunca,
pero nos comunicamos menos.
Esta es la época dónde tenemos todo en
exhibición y nada en el inventario.
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