lunes, 24 de enero de 2011

LOS MUCHACHOS DEL AYER



Cuando vemos a nuestros niños de hoy con la comodidad y perezas que se mueven, todos los que nacimos a partir de los 50 despertamos cierta envidia, porque si comparas un carrito de jiguillo desplazado por un hilo, un carrito de carretel de hilo empujado por un palo o con las manos, con un carrito de plásticos dirigido a control remoto desde una cómoda silla, decimos "que días, aquellos".

La ventaja de los niños de ayer sobre los de hoy, era la gran capacidad de creatividad que nos caracterizaba, de cada objeto inventábamos algo con que jugar. Es difícil ver a un niño de hoy haciendo cuatro ruedas con un pedazo de tabla vieja para construir un carro o camión, cada muchacho buscaba la perfección en lo que construía.

Nuestros camioncitos de madera con rueda de tabla, algunos muchachos le ponían pedazos de gomas alrededor para simular gomas reales, se le ponían muelles para las gomas traceras y en las delanteras se le ponía muelle para girar a ambos lado, este muelle se manejaba con un cordón y con un palo hacíamos la veces de guia.

Los hilos para cocer venían en carrete, estos carreteles, como los llamábamos, eran buscados por nosotros, con ellos construíamos carros, y cuando no con un palo terminado en jorquetica al final, empujábamos el carrete al igual que una goma vieja de vehículo con dos palos.

Con una latita de picantina le hacíamos cuatro orificios en uno de los costados, con una varilla de penca de coco los atravesábamos y colocábamos los cuatro jiguillos para jugar.

En la época cuando se inició la siembra de tomate barcelo, Fundación fue el pueblo donde mas se sembraba, se usaban huacales plásticos, los que estaban rotos se buscaba para derretirlos y con el fondo de una lata preparábamos ruedas que sustituía a las de madera, estos carros eran mas modernos y mas resistentes, a muchos le tocó la amarga experiencia de caerle plástico derretido en la piel, Bambino el hijo de Máxima fue el mas notorio.

Con la tapa de refrescos hacíamos los famosos viu, que consistía en achatar la tapa y hacerle dos perforaciones para luego pasarle un hilo, luego la girábamos, hacíamos como si fuera acordeon, teníamos que tener cuidado porque nos podía cortar.

Las tapas de las compotas y de las pastas de limpiar zapatos, era otro recurso para la creatividad, las famosas trompa que preparábamos haciéndole un orificio en el mismo centro, tanto usábamos un palo como el palote de un peine para preparar la base donde descansaba la tapa al girar. Estas trompas era nuestra base para jugar botones de camisas, gomistas y los mas tajules, que eran muy poquitos, jugaban chele, esto consistía en poner un distancia con dos rayas y el que pasaba el límite de la raya, ese ganaba.

Los trompos, otro recursos fabricado por nosotros mismos para jugar, de acuerdo a la madera era la maravilla del trompo, los mas famosos eran de palo de guayaba y de guayacán, por sus durezas.

La cacería de pájaro era uno de nuestros buenos entretenimientos, era raro el muchacho que no sabia construir uno, otros mas creativo fabricaba escopeta que era un pedazo de tabla con forma de escopeta, en la punta del cañón se le fijaba la goma, otros construía canastas para la caza de rolones.

Con los carreteles se fabricaban diferentes tipos de juguetes, entre ellos tenemos el topi topi, que eran dos carreteles con peronia y cera, a uno de ellos se fijaba un palito, amarrando los dos carretes y con una mano tratar de que uno de ellos caiga dentro del palo, otro juego era un semilla de cajuil con un clavo insertado donde se le enredaba un hilo al clavo para hacer girar la semilla sobre el orificio del carrete y ver hacia donde apuntaba la cara del carrete.

Los famosos tirapo, culpables de la desaparición de los fósforos del hogar, este consistía en usar la parte del grifo de una llave de agua con un clavo, dentro del orificio donde se enroscaba el tornillo se vertía el mito de fósforo para hacer estrellar el tirapo en una pared para luego oír la detonación.

Eramos expertos fabricantes, con la hoja de coco haciamos trompetas, con el cañon de la hoja de lechoza haciamos pitos, al igual que con la tapa de refrescos, y con un sin número de hojatalas.

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