Tu le quedaste grande al nombre de "maestro" preveniste el futuro cuando otros ni lo pensaban, construiste un monasterio con tus manos, porque eras escultor, y los imperios son contruidos por poetas.
En cada silbido y en cada mirada les dejaba un mensaje a tus hijos, los consejos y principios que nos inculcaste los hacia con tus gestos, trabajo y dedicación en lo que creía. El tiempo te dio la razón, te fuiste de este mundo con tus principios y creencias, enseñaste a tus hijos que con sus propias manos se puede construir el futuro y partiendo de la nada.
Siempre pregonaste que la riqueza del pobre era la honradez y que no hay que tener fortunas para llegar a la prosperidad, que con el trabajo digno y responsable se llega al éxito. Junto a Etervina fuiste el hombre mas afortunado, de la nada lograste levantar a once hijos.
Tu nombre, tus principios, tus consejos y tu inseparable silbido serán los fieles compañeros de cada uno de tus hijos, eres el mejor ejemplo de tu pueblo, tu gente y tu generación. Quien no se sentiria orgulloso y bendecido por Dios de haber salido de tu semilla.
No te recordaremos con lágrimas, tu estas por encima de eso, pero si te recordaremos con una orgullosa sonrisa, nos enseñaste a enfrentar los problemas con seguridad, respeto, decisión y buen humor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario