martes, 8 de octubre de 2013

¡OH MALDITAS FRONTERAS, CÒDIGOS Y TECNICISMOS QUE NO MATAN CON FUSIL...!!!!.

Por José Gómez Nin

Este escrito no es una negación al deber que debe asumir la nación haitiana de organizarse y constituirse en un verdadero Estado. Sobre todo, si tomamos en cuenta que desde su independencia (1803-1804), Haití se ha concentrado en dos clases, alta y baja, y esta ultima  dentro su terruño conserva los vestigios de la esclavitud, victimas de sus propios consanguíneos enquistados en un poder político  pero, mas bien económico  quienes los obligaron a llevar sobre sus mojadas espaldas las rocas que amurallaron el palacio del rey y del emperador, Cristobal y Petiòn...


Me duele el pueblo haitiano porque precisamente sus victimas son los que ponen sus pies renegridos en nuestro lado, cruzando una maldita frontera llena de tratados y de sangre. Con niños haitianos jugué a las canicas con semillas del mate, cuando en los tiempos de la industria nacional azucarera eran contratados sus padres para cortar la caña. Hoy llegan en peores condiciones, ilegales, para pagarles menos, beneficiándose con esa ilegalidad políticos y militares; aquellos que se ufanan de una infraestructura manchada de insalubridad patriótica.

¿Por què esta vez tenga la ley que ser retroactiva?.
¿Por què no reivindican a Trujillo y ``El Corte``, quien por lo menos arrancò de raíz la flor antes que estrujar su dignidad?.
¿Por què no se van más atrás, y le quitan el brillo a la primera espada de la llamada restauración de la República  sì, a Gregorio Luperòn, hijo de la haitiana Josefa Duperòn (con D), a Ulises Hereaux Leberth, hijo del haitiano Daxa Hereaux, marino mercante, y de la ex esclava Josefa Leberth, de la colonia francesa, y a todos los que de una manera u otra buscaron el favor haitiano, con el aval de Francia, para combatir a los españoles...?.



¡Cuidado señores de la Junta Central Electoral y del Tribunal Superior Electoral y Tribunal Constitucional, y otras instancias jurídicas del Estado, que entre ustedes hay un pasado no precisamente lejano de inmigración tormentosa, cocola o como se llame, pero de allá, del África negra, como los haitianos...!.

¡Suelten ya a Kunta Quinte, dejen a ese infeliz, terminó la trata negrera...!.

¡Oh negros contra negros...!.

¡Oh malditas fronteras, maldita la ley de los códigos que expresaba Balaguer, post Trujillo; malditos tecnicismos legales que no matan con fusil ni bayoneta, peor aun, como dijo Máximo Gòmez ante el cadáver de su hijo ``Panchito``: ``No es arrancar la flor lo que duele, más me hiere que la estrujen...``.

¡No maten tanta dignidad, como diría Jesús, ustedes, sepulcros ``blanqueados``, miren la viga de sus propios ojos y organicemosnos como dominicanos que tambièn cruzamos fronteras y no todo lo que vendemos es bueno...!!!!.

No hay comentarios:

Publicar un comentario