lunes, 28 de octubre de 2013

Antologia del III Encuentro de Envejecientes

Bernardo Matos (Nuevo) y Jhony Feliz ya estaban en Jaquimeyes, Jhony había llegado directamente desde
 
New York con el lamentable suceso de querida madre, la que todos conocíamos como Mambi. El Sábado 26 bien temprano en la mañana llegamos Amanda, mi hija y yo, en el camino nos paramos en la Sirena de Bani a comprar algo, al llegar al pueblo de Jaquimeyes nos desmontamos donde Noira a dejar algunas provisiones para la actividad, ahí nos encontramos con un grupo de mujeres alrededor de una paila parecida a la de Balela, preparando los quipes y otras picaderas para los envejecientes, de lo que cate dos sabrosos quipes que competian con los que vendia Niña en la gallera de Rafucho, que estaban bien buenos mas una yanikeka.

En el cruce de Vicente Nobles nos encontramos con algunos jaquimeyeros encabezados por El Sindico, Quinquito, La Mora y Sandy, donde le manifestamos la razón de nuestro viaje, acordándole la comunicación de invitación que hacia mas de un mes que le habíamos enviado.

Luego me dirigí a donde mi querida suegra, doña Reyna Yina, de ahí inicie contacto con la organización que nos da apoyo, con Máximo y Uruna, resultando una mala interpretación con la convocatoria de nuestros envejecientes. Luego de hacer un recorrido y observar que la convocatoria no se había realizado, me senté donde Reyna, de ahí contacte a Hector Choi donde cambiamos impresiones para luego dirigirme donde Carmito para juntos a Choi, Reyes, Suave y Rosso realizar un operativo centella para contactar e invitar a los envejecientes, donde resulto que media hora después de ser invitados, un grupo se dirigía al Liceo, personalmente les dije que era temprano, que eso era para la cinco, el grupo se sentó debajo de una sombra a conversar y esperar el inicio de la actividad.

Lamentamos el inconveniente que presentaron algunos de nuestros envejecientes, que por problema de la edad tenían poca movilidad con fuerte dolores en las articulaciones, principalmente en las rodillas que los obligaba a no querer moverse de sus hogares, pero otros nos dijeron "si nos vienen a buscar de seguro que vamos". Esto nos obliga para el próximo año llevar un par de sillas de ruedas.

Yo logre llevar unos cuantos de nuestros envejecientes y Reyes en un minibus hizo el acarreo completo, era notorio la imagen de alegría reflejada en estas personas que por cosas de la vida sus parientes no pueden dar el entretenimiento correspondiente.

El peor problema fue el fallo de la energía eléctrica que duro toda la noche, pero gracias al proyector que lleve y un reflector que tuve que ir a buscar a Peñón logramos elevar el éxito de esta actividad, y gracias a la coordinación oportuna y al trabajo en equipo.

Éxito que sentimos en el corazón cuando al finalizar la actividad muchas de nuestras envejecientes se dirigieron donde nosotros a darnos un beso y un fuerte apreton, al igual que el abrazo de y las gracias de los hombres.

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