martes, 11 de septiembre de 2012

EL 11 DE SEPTIEMBRE DE 2011, VISTO POR UN HOMBRE COMÙN...

Por José Gómez Nin
Podrían ser las premoniciones de Nostradamus de antecedentes seculares, el ataque de holocausto impuesto, de consecuencias fatales a las Torres Gemelas de EE.UU., que, sin lugar a duda, colocan al mundo y sus seres vivos en una estela de misterio inusitado. Y asì es, nuestros sabios milenarios, antes y despuès de Cristo, establecieron sus improntas sin los avances y la tecnología de hoy. ¡Lo hicieron con misterio...!. El mismo Jesùs, por su poder, considerado divino, fue acusado de brujo y usurpador de los que no quisieron aceptar que es el hijo de Dios, pero, sobre todo, por la ortodoxia ya existente; aquella que se desprendía de los entuertos y lados oscuros del viejo testamento, que no perdonaron la condición de Mesías de un hombre que se manejaba con la humildad y con el aura carismática de los cielos.

Esa odiosa ortodoxia que heredó la nueva iglesia en manos de Pedro, Apóstol de alta estima del Maestro, a quien negò en dos ocasiones, cuando la verdad comenzó a ser destruida con sangre. ``Pedro, significas ``piedra``, y sobre ella será cimentada tu iglesia``. Pero la iglesia creó un cetro de poder al que hizo sagrado, un báculo maldito de riquezas, poder de satrapìa, de amor al dinero, de honrar la muerte a nombre del orden; de perseguir y quemar en la hoguera a nombre del cristianismo, como homenaje a un Jesús olvidado y solo recordado en su crucifixión.

La envidia, el egoísmo que divide al hombre, junto al sectarismo ancestral, trajeron consigo la desgracia diabòlica que hoy se conmemora, responsabilidad del fanatismo religioso y polìtico con sede en las grandes naciones que solo aspiran a sustentar su poder...

Fuente; Raíces y Memorias.

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