Durante mi infancia, residí en muchos pueblos y campos del país, en virtud de que mi padre prestó servicio militar en los primeros años de su juventud. Desde Santiago de los Caballeros, de traslado en traslado, llegó a Barahona, encontrándose con mi madre, Digna Altagracia Nin Batista Vda. Gòmez (Anita). Pero, fue en los bateyes cañeros donde surge la inspiración que hoy dejo aquí plasmada.
En asuntos de caña trabajó mi padre hasta su muerte. Vivíamos en una modesta casa de madera, techada de zinc, con pisos también de madera y montada en pilotillos para evitar las inundaciones en tiempos de lluvias. Los bateyes del Ingenio Barahona, aunque muchos de ellos, geográficamente, en tierras de Neiba, son secos y polvorientos, con situaciones de compactaciòn en algunos lugares, que permiten que el agua se desplace, y porosidad en otros, ocasionando el irremediable lodo.
Mi padre llega al mundo de la caña por influencia de mi abuelo materno, Superintendente de la Industria Nacional Azucarera, en los tiempos en que el azúcar de caña era la espina dorsal de la economía nacional y, por consiguiente, el poder y la jerarquía se ejercía en representación de su principal mentor y guía: el dictador Trujillo.
Nèstor Alejandro Nin Fèliz, mi abuelo materno, asì como mis tíos abuelos Manuel Dolores, Aquilino, Enerio, Josè, Lucas, hicieron larga presencia en el sector cañero, pues, sus ancestros, desde tiempos remotos, eran dueños de trapiches para la producción del dulce en su natal Duvergè, antigua común ``Las Damas``.
Dueños de inmensa cantidad de terrenos en lo que es hoy ``La Angostura``, ``Salinas``, ``Limón de la Florida`` y el ``Cerro de Berbesì`` o ``Bermesì``, los Nin de aquella época cedieron gran parte de sus riquezas al patrimonio del Estado y lo hicieron su presión alguna, no porque se identificaran ni se hicieran partidarios de Trujillo como persona, sino más bien por el régimen de respeto y orden que, entre otras cosas, iba arrastrando la naciente dictadura en tiempos en que la anarquía institucional era el pan nuestro de cada día de los dominicanos.
Entre esos Nin, esa generación de mi abuelo y tíos abuelos, los cuales eran más de una veintena, hombres y mujeres, recuerdo a un personaje célebre y de mucha autoridad, llamado Arcadio Nin, quien llegó a viejo amañado por los predios de ``La Angostura``, herencia dejada por sus ancestros. Era un furibundo jugador de gallos y buen ``padrote``, engendrando hijos desde Jimanì hasta Barahona, como si llevara competencia con Pirìn Vàsquez, responsable de la existencia de la mayoría de los Vàsquez que han nacido en los predios sureños después de Azua, reconocidos profesionales, hombres y mujeres de bien, así mismo, con Miguel Suero (Gracioso), emparentado con los Nin, cuando le mandó una fotografía a Trujillo junto con sus primeros treinta hijos y esposas. Junto a dicha fotografía, una misiva donde le pedía ayuda en su condición de chófer de guaguas y otros vehículos. Según cuentan, el dictador accedió a su solicitud. Tanto a Nin, como a Vàsquez y Suero, se les calculan entre treinta y cinco, cuarenta y más hijos, respectivamente. Llama la atención esa forma típica del machismo dominicano de aquellos tiempos, cuando ``los perros se amarraban con longanizas`` y ``los niños nacían con el pan debajo de los brazos...``
La simiente de la familia Nin la encontramos en la sección ``La Angostura``, del distrito municipal de Mella, en la provincia Independencia. La versión hasta ahora más socorrida la da el doctor RAFAEL LEONIDAS PEREZ Y PEREZ, en su libro ``Fundación de Duvergè y Otros Temas``, cuando señala en su capítulo ``El Tesoro de don Chepe...``, que JOSE FLORENCIO PEREZ, alias don Chepe, español, era muy rico, y que su hija Generosa Pèrez, casó con el también español BENITO NIN, llegado de la Coruña, mi quinto abuelo, padre de JOSE MANUEL NIN PEREZ, mi cuarto abuelo, quien a su vez tuvo como hijo a FRANCISCO LORETO NIN, mi tatarabuelo, quien casó con Norberta Pèrez, mi tatarabuela, nativa de ``Las Damas``, procreando a MANUEL DE JESUS NIN PEREZ, mi bisabuelo.
JOSE MANUEL NIN PEREZ, mi cuarto abuelo, fue el primer presidente del ayuntamiento de esa común, de acuerdo a citas del distinguido escritor PEREZ Y PEREZ, quien resultó ser guía principal de mis investigaciones de parentescos.
Pues bien, mi bisabuelo MANUEL DE JESUS NIN PEREZ, casó con la cabraleña Marìa Antonia Fèliz Rubio (May), mi bisabuela, mujer de color y largas trenzas de pelo crespo, procreando una numerosa familia, entre ellos, el ya mencionado don NESTOR ALEJANDRO NIN FELIZ, abuelo del autor de estas páginas.
Super interesante!
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