martes, 22 de febrero de 2011

La Escuelita de Generoso el de Fira

Peucho era un muchacho que admiraba tanto a su abuelo Zaza que lo imitaba en sus gestos y al caminar, pero era tremendo y medio dejuiciao, se montaba en un caballo, podriamos decir que blanco, pero de una blancura mal estregada, le encantaba atacar al caballo para que empiece a tirar colcobio con sus respectivos pedos.

Peucho dio la casualidad que fue a Mejico de paseo, duró unos cuantos meses allá, y cuando regresó, siempre andaba con un sombrero de alas anchas terciao, recuerdo que en una conversación con Pagin sobre sus vivencias en Mejico DF, les decía que ese país le gustó mucho, -"Olle y me gusta tanto que hasta aprendí a hablar el idioma", dijo esto con el jalao de los Mejicanos que todos los que estabámos ahi explotamos en risa.

Peucho era tremendo y peculiar, la Escuelita de Generoso era especie de una "correccional" donde los muchachos "malcriados y de caco duro" eran depositados en esta escuela. Cierta vez el jóven Peucho duro como tres dias sin ir a la escuela, al tercer dia Generoso puso en fila detras de el a todos los estudiantes y fueron para donde Mocha a buscar a Peucho, este estaba muy quitado de bulla, Generoso lo agarro por las orejas y lo condujo a su casa donde impartia la clase, lo hinco en un rincon y les puso una piedra en cada mano, todos los muchachos nos mantuvimos callados en nuestra sillita y mirando de reojo al castigado.

Y como a lo cinco minutos Peucho se para rápido y lanza las piedra hacia el pizarron y salió volando de la casa de Generoso y todavia es la fecha que Generoso lo anda buscando, jamas volvió a la escuela.

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