"Gracias a la vida que me ha dado tanto" reza una canción de un gran compositor, tenemos que ser agradecido de los que nos dieron la vida, quienes nos alimentaron, quienes nos educaron, quienes compartieron con nosotros, quienes tuvieron diferencias con nuestras ideas, tenemos que estar agradecidos por todo, porque todo es parte de nuestra existencia.
Cuando Chocho y Alejandro de la Paz con su profesión de carpinteros construyeron el local de la Iglesia Católica de Jaquimeyes, nunca esperaron paga alguna, ni que la población al igual que la misma iglesia les agradecieran el trabajo realizado, estos lo hicieron por amor a su pueblo, amor a su familia.
Aquí radica la verdadera vocación de servicios y dar gracias a la vida, muchos Jaquimeyeros han hecho buenos aportes por el desarrollo de su pueblo, que muchos de nuestros jóvenes ni se imaginan, al igual que muchos de mi generación; en cuál de los actuales grupos "organizados" existente se ha pronunciado el nombre de German, el esposo de Conchita, el nombre de Aladino, el esposo de Pimpa, estos son algunos de los que dedicaron parte de su vida en el desarrollo de este querido pueblo.
Estas personas eran verdaderos servidores públicos, nunca esperaron trabajar para conseguir prevendas, y hemos sido tan buenos, que casi siempre para algunos estos estaban trabajando para sus bolsillos, porque tenemos esa mente medio perversa. Tenemos que cambiar y entender que los aportes requieren de sacrificios y tiempo, tenemos que trabajar por nuestros hijos y nuestras futuras generaciones, asi lograremos una sociedad mejor para compatir en armonía y respeto.
Si queremos una sociedad mas justa, mas trabajadora, mas respetuosa y mas productiva, pues, empeñémonos por trabajar juntos, aportemos ideas sin prejuicios, sin rencores y sin pasado negativo; hoy es el hoy de mañana, el pasado solo cuenta para corregir los errores y aprender a sanar las heridas del alma.
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