Jaquimeyes desde su creación hasta los años treinta sus habitantes tenían que trasladarse a Fundación o a Peñón para escuchar la misa, así como en Fundación era que enterraban sus muertos al igual que otros pueblos del contornos. A este pueblo de Fundación los Jaquimeyeros, Paloalteros y Peñoneros recibían el pan de la enseñanza.
iniciando los años treinta un grupo de hombres entre Eliseo Lopez, Alejandro de la Paz, Felix Matos entre otros encabezaron un grupo para materializar la construcciones del Cementerio y la Iglesia Católica; esto fue motivado por el crecimiento que había experimentado el pueblo incentivado por la inmigración de personas y familias atraídos por la oferta de empleo en el Barahona Sugar Company.
Un presidente, un secretario y un tesorero lideraban este grupo, iniciando con solicitudes de aportes a instituciones y personalidades de Jaquimeyes y de otros pueblos. A Barahona Sugar Company se le hicieron varias solicitudes cuyas copias descansaban en una carpeta enganchada en una pared en la casa de Eliseo, así como un cuaderno donde estaban anotados los nombres de los aportes dados, lo que lamentablemente la gran crecida del río daño.
En la cocana de Rojo se organizaba una actividad a la que llamaban "La Cancha", se invitaban agrupaciones para amenizar fiestas, a la que asistían muchos invitados de otros pueblos, estos invitados pagaban para bailar con las damas, y este dinero era parte del fondo para la construcciones del Cementerio con la calle Cristo Rey sembrada de palmera y de la Iglesia Católica.
La Iglesia y el Cementerio fue terminado, gracias a la dedicación armonía y confianza entre el grupo, demostrando que cuando se crean metas y los objetivos son comunes, el éxito es seguro.
De igual forma se lograron el acueducto, la electrificacion, la escuela básica, y el nuevo play.
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