Por Mirla Matos Batista (Pelona)
La vida nos brinda
oportunidades a cada uno/a, de acuerdo a nuestras capacidades, posibilidades,
relaciones, actitudes y hasta “SUERTE”.
Cada vez que un ser humano obtiene logros
y llega a la meta, crece como persona y se
desarrolla como ser humano; esto hace que nos sintamos orgullosos, alegres, felices, contentos y agradecidos de Dios, por el
alcance de sus propósitos y logros en la vida.
Particularmente, yo soy
una persona que creo en los seres humanos, creo en la gente, creo en quien se
prepara para alcanzar el éxito y salir hacia
adelante. Por ello, me siento muy bien
cuando una persona que como todos/as nosotros/as, tiene ese espíritu de lucha,
ese ímpetu de ser cada vez mejor persona, mejor ser humano. Esto motivo a que
muchos de nosotros confiáramos y estuviéramos esperanzados, en algunas de las personas elegidas como
autoridades de nuestro querido pueblo,
Jaquimeyes.
Yo, como otras tantas, creí
en esas personas jóvenes, que se prepararon
y demostraron en un momento dado
que marcaban la diferencia; por eso cuando, despues del tiempo transcurrido, estas personas no actuan en correspondencia con lo que esperabamos, la frustracion y la decepcion son mas dolorosas; y así mismo como creimos en esos personajes, de esa misma manera, se pierde la
confianza por los hechos y obras de cada quien y de cada cual.
En la vida todos/as cometemos errores y
tenemos derecho a enmendar los mismos; pero cuando en la vida cometemos los
errores y en lugar de aprender de ellos continuamos avasallando y
llevándonos a todos/as por delante sin importar el ser humano, pues ahí es
cuando se deja de confiar en ese mismo ser humano bueno que en un principio se depositó confianza y esperanzas.
Los seres humanos
permanecen en el tiempo por sus virtudes, sus principios, sus valores, sus logros, su trabajo, por su labor familiar
y social, por sus Méritos ganados y acumulados a través de la historia en su
comunidad y/o sociedad donde se desempeñaron, por sus obras, por sus hechos. Hay que ver como personas buenas, preparadas,
fajadoras, papa Dios les da la
oportunidad de iniciar una trayectoria ascendente en su vida y no quieren aprovechar eso para hacer el bien!!
Es muy penoso ver como
la maldad impera en un pueblo tan pequeño donde todos/as deberíamos al menos
visualizarnos como hermanos/as. Es triste ver como ante esta realidad Jaquimeyera, la injusticia
quiere prevalecer porque una minoría se quiere imponer sin ningún merito, sin
ningún esfuerzo y sin ningún proyecto de trabajo ni de vida.
Pero, nada!! Por ley natural, espiritual,
científica, o como queramos llamarle. Existe la ley de la siembra y la cosecha
para los cristianos y no creyentes. Ante una acción sobreviene una reacción o consecuencia, como le llaman
los científicos. Y, la naturaleza es muy
justa, sabia y yo diría que perfecta. Esto significa que si sembramos viento,
cosecharemos tempestades. Que si
hacemos el bien, eso se convierte
en bienestar en todo lo que nos rodea. Por lo tanto, si actuamos
contrario a esto también tendremos consecuencias, por la misma ley natural. En
la vida todo pasa, solo quedan los hechos
de las personas, sean positivos o negativos, solo quedan sus obras.
Es muy importante que
reflexionemos y hagamos un Stop (una parada), en nuestras vidas, en nuestro
accionar; primero de manera personal e
individual, luego reflexionemos de manera social a nivel de nuestro querido
Jaquimeyes; sin nunca dejar del lado esa
hermosa y gran ley natural de vida: la ley de la SIEMBRA Y LA COSECHA. A Los
cristianos o no, a los que solo creen en la ciencia o no, a los políticos o no,
a los trabajadores o no, a todos/as, las personas, reflexionemos un poco
sobre la parábola del sembrador. Nosotros los seres humanos vinimos a la tierra
con una misión. Pienso que como Jaquimeyeros/as, debemos tratarnos con
hermandad. Como refiere Sergio Vargas parafraseando a Marti: “el que no quiere su patria chica, no ama su
patria grande”.
La misión de la autoridad como representante
de la comunidad, que el pueblo deposito su confianza y esperanza en ellos para
eso; debe ser de conciliación, de confianza y en busca de soluciones a las
situaciones que se presenten. Somos Jaquimeyeros, somos una sola familia;
respetemos la diversidad, unamos esfuerzos. Los meritos son ganados. En la vida
hay que dar para recibir. Como dice mi gran madre (Reyna Batista), es mejor Dar
que recibir. Si realmente eres Jaquimeyero/a, únete a favor del bienestar de
todos/as, únete a favor de lo justo, únete
a favor del pueblo. Eso es lo que necesitamos como pueblo para cumplir con
nuestra misión en la sociedad. Así es como colaboramos con el desarrollo
comunitario y social del país.
Muchas gracias; 15- 05- 13