“De psicólogos y locos todos tenemos un poco” Es por esto que en cualquier contexto podemos encontrarnos con personas que están convencidas de que en una situación de crisis matrimonial o conflicto familiar pueden utilizar su “experiencia” para intervenir como consejeros, guías, orientadores y hasta como terapeutas. Con frecuencia escucho a taxistas, peluqueras, masajistas decir que solo les falta el título para graduarse de psicólogos, ya que su oficio les exige escuchar a toda clase de personas y todo tipo de problemas y que no tienen más remedio que ponerse la bata y “orientar” en base a sus profundos estudios en la universidad de la vida.
Pero aquí no termina el cuento, porque cuando estalla una bomba afectiva y comienzan las escaramuzas amatorias, surge toda una legión de expertos, guías, peritos y entendidos en la materia que respaldados por su condición de familiares, amigos, vecinos, compañeros de trabajo, charlatanes televisivos y radiales, comienzan a soltar todo tipo de necedades y disparates que lo único que consigue es agravar una situación que de por sí ya es lo bastante delicada y que debe ser tratada solo por un profesional de la conducta humana.
A continuación identifico siete de los “consejitos” empleados por las serpientes más venenosas de la intimidad y la vinculación afectiva.
1) ¡Múdate con él … que tú lo cambias!
Si usted recibe este “consejito” sepa que está frente a una víbora de Rusell de alta toxicidad, porque tomará una decisión equivocada al pretender, ya pasada la idílica y embriagadora etapa del enamoramiento, que él, con sus gustos, defectos, estilo de vida y extrañas constumbres, esté dispuesto a cambiar lo que ES como persona. El simple hecho de irse a vivir con usted no cambiará las cosas... Así es que este es el trato y si no le gusta NO se mude con él: Tendrá que aceptar a ese hombre tal y como es…y disfrutarlo como pueda. PUNTO.
2) ¡Párele otro muchacho… pa’ que no se vaya!
Este “consejito” proviene de una serpiente cascabel con el cual intenta que usted se quede con un hombre tan solo por el compromiso familiar. Cuando se inician las dificultades, luego del primer hijo, la mujer puede llegar a sentir que su pareja ha dejado de ser la persona cariñosa y comprometida que conoció y comienza a sentirse insegura con el futuro de la relación. Aquí es que entra en acción la cascabel que le aconseja colocar la trampa de un nuevo embarazo para asegurar a la presa. Si usted se deja envenenar con este consejito…terminará su vida llena de hijos... ¡y SOLA!
3) ¡Métele celos… y así se interesará en ti.
Este veneno es propio de una mamba negra, serpiente altamente agresiva que busca reconquistar el interés perdido exponiéndose a una peligrosa estrategia de seducción que consiste en muestras de coqueteo “inocente” con otros hombres: sonrisas, guiños, bromas, salidas inesperadas , visitas a bares con amigas, etc. Solo busca depertar el ansia, a través de la inseguridad. Pero lo único que consigue, a largo plazo, es la huida definitiva del hombre quien no consigue quedarse en la relación por la permanente agonía de la DUDA instalada.
4) ¡Pélalo… y luego lo botas!
Una asfixiante recomendación de una boa constrictora, quien entiende que una relación de pareja es simplemente un negocio en donde un iluso proveedor dilapida todos sus recursos económicos en la obtención, uso y mantenimiento de una vagina. Con un consejito como este queda al descubierto una letal estrategia que la convertirá a usted en una depredadora que no le atribuye al hombre más valor que el de su función monetaria.
5) ¡Quédate con él… es un buen hombre!
Generalmente este consejito proviene de una simple culebra sin aparato inoculador de veneno, pero sí muerden y causan molestias ya que su recomendación garantiza toda una vida matrimonial caracterizada por la apatía, el desinterés y un mortal aburrimiento. No basta que su compañero sea una buena persona, un padre excelente y demuestre su amor por usted. Si esto es lo único que tiene, entonces comparte usted su vida con un gran amigo (si le es suficiente, perfecto) pero no con una persona con quien mantiene una conexión erótica.
6) Mejor un malo conocido que un bueno por conocer
Típica indicación de la cobra filipina, con la cual provoca la muerte del amor en cuestión de minutos. El temor a lo desconocido paraliza a la gran mayoría de las personas que se encuentran en un relación resignada. Creen que si se van no encontrarán nada mejor y prefieren seguir con un matrimonio enfermo y dañino, pero que le proporciona la ilusión de que al menos tienen algo.
7) No le aguntes vainas… ¡vete donde tu mamá!
Cuando esta serpiente taipán abre la boca ahuyenta las buenas razones y mete el veneno de que al menor indicio de un desacuerdo en la pareja, usted debe escapar y meterse debajo de la falda de mamá-gallina ¡No huya! Procure tener una mejor comunicación con su pareja. Afronte con valentía las diferencias y deje ya de buscar un refugio seguro en donde meterse cuando se presenten las dificultades. Quédese en el terreno matrimonial y luche valientemente hasta conseguir la victoria. Y si las diferencias son irreconciliables, entonces sí podrá retirarse con los honores de un guerrero.
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