lunes, 13 de junio de 2011

DISCURSO DE ASOJA ANTE EL ENCUENTRO CON LOS ENVEJECIENTES








Asociacion de Jaquimeyeros Ausentes

                                   (ASOJA)


En el año 1877 diez personas se lanzaron a la aventura de crear un espacio donde ellos fueran los protagonistas y las bases de crear un nombre, un espacio, una cultura y sobre todas las cosas, crear una gran familia. Honremos las memorias de Andrés Matos y Juana Matos, Baldomero Matos y Mariquita Custodio, Blanco Matos y Magdalena Espinosa (Comay), Juancito Matos y Matilde Espinosa (Mana), Miguel Matos y Polonia Batista, Cesáreo Matos y Juana Antolina Matos, el General José Dolores Matos y Celeste Dotel; es a ellos señores a los que debemos darle las gracias por estar juntos como una sola familia; de descendencia Azuana.

En cada bolero, en cada merengue apambichao, en cada accionar de nuestras conciencias de respetar lo que no es nuestro, viene a nuestras memorias el vivo consejo que sembraron esas Pléyades de moral y principio familiar, de que la riqueza del pobre es la honradez, honrar honra, es por eso que la Asociación de Jaquimeyeros Ausentes esta aquí presente para rendir tributos y agradecerles a ustedes y de cara a las futuras generaciones de nuestro pueblo, el habernos formado como verdaderos seres humanos, trabajadores, respetuoso, humildes y honrados.

Este pueblo es grande, porque ustedes han formado hombres grandes, y sobre esa grandeza es que debemos crecer, crecer sobre la base del trabajo que dignamente ustedes defendieron, crecer defendiendo nuestra moral, nuestros principios, inculcándoselos a nuestros hijos, a nuestros nietos.

Queremos que de nuevo nuestras calles, sean nuestras calles, que nuestros amigos, sean nuestros amigos, sobre todo que nuestra gente sea la gente que sobre ellas soñamos, la que vivimos y que siempre hemos amado. De mirar tibio, de trato afable, de sonrisa sincera, de abrazos fuertes y sostenibles, de caminar alegre y siempre humildes.

Tenemos que trabajar por un Jaquimeyes mejor, donde el respeto a las personas sea igual a la época de la que ustedes vivieron, donde podamos disfrutar de las comodidades del presente sin olvidar la trayectoria del pasado, para cuando ustedes se retiren al descanso de la vida, puedan decir desde el mas allá con todo orgullo “ese es mi hijo”.

Muchas gracias./

Luis López
11/06/2011

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