La Asociación de Jaquimeyeros Ausentes esta inmersa en rescatar los valores, tanto sociales como morales de nuestra gente, además de crear el reencuentro entre nuestra familia, es lo mas importante y es la política nuestra.
Creamos la idea de juntar a nuestros envejecientes, un encuentro donde verdaderamente ellos se sientan dueño del espacio y donde se reviva esa energía de sus años mozos, recreando un ambiente donde se sientan verdaderos invitados, con un equipo presto a estar a sus pies para llenarle de alegría, con cantantes nuestros nacido de su propia simiente.
Esa cara de felicidad que hacia vibrar los corazones de los integrantes de ASOJA y del mismo pueblo, se reflejaba en cada uno de esos abuelos, donde sus historias fueron traídas al presente, en este breve espacio de tiempo fueron rescatados de un letargo inmóvil, inmóvil porque el tiempo pasa de improviso en su contorno, algunas veces perdiendo la brillantez de los rayos solares.
Quien de los organizadores presente no tiene grabada en su memoria el rostro de la que cariñosamente llamamos "Maloló", a su ciento y pico de años reflejaba esa cara angelical delicadamente esculpida por tránsito de los años.
Un evento programado para las cuatro de la tarde, pero ya a las tres el setenta por ciento de nuestros invitados estaban presentes bien arregladitos y con miradas humildes, risueñas y ausente de malicias. Espacio bien organizado por mesas bien decoradas, después de las cuatro se inicio la actividad y nuestros envejecientes siempre con rostros rebozantes de alegría.
Fue notoria la satisfacción de cada uno al remontarse a sus años de juventud cuando Není inicio con sus rancheras, fueron minutos de sonrisas y recuerdos para ellos tarareando algunos y cantando otros. Luego Francis hizo revivir aquellos recuerdos con esas canciones que vienen del pasado y que todavía están presentes en cada uno de nosotros. Que hermoso era ver a nuestras abuelas y abuelos ladear sus cuerpos de un lado a otro cantando con el corazón esas bellas interpretaciones culpables de la llegada nuestra a este mundo. Era tanta la emoción que muchos se acercaron para que se le permitiera tomar el micrófono para interpretar sus canciones favoritas.
El equipo de trabajo estuvo muy bien organizado y siempre presente para servir con buenos modales y entusiasmo, para todos, el esfuerzo tuvo su cometido.
Quien de los organizadores presente no tiene grabada en su memoria el rostro de la que cariñosamente llamamos "Maloló", a su ciento y pico de años reflejaba esa cara angelical delicadamente esculpida por tránsito de los años.
Un evento programado para las cuatro de la tarde, pero ya a las tres el setenta por ciento de nuestros invitados estaban presentes bien arregladitos y con miradas humildes, risueñas y ausente de malicias. Espacio bien organizado por mesas bien decoradas, después de las cuatro se inicio la actividad y nuestros envejecientes siempre con rostros rebozantes de alegría.
Fue notoria la satisfacción de cada uno al remontarse a sus años de juventud cuando Není inicio con sus rancheras, fueron minutos de sonrisas y recuerdos para ellos tarareando algunos y cantando otros. Luego Francis hizo revivir aquellos recuerdos con esas canciones que vienen del pasado y que todavía están presentes en cada uno de nosotros. Que hermoso era ver a nuestras abuelas y abuelos ladear sus cuerpos de un lado a otro cantando con el corazón esas bellas interpretaciones culpables de la llegada nuestra a este mundo. Era tanta la emoción que muchos se acercaron para que se le permitiera tomar el micrófono para interpretar sus canciones favoritas.
El equipo de trabajo estuvo muy bien organizado y siempre presente para servir con buenos modales y entusiasmo, para todos, el esfuerzo tuvo su cometido.
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