Por Jose Gomez Nin
`` Hasta que hoy, decides marcharte...
como queriendo insinuar que al fin y al cabo
eres humano y que todo termina...
Para ti fue corto el tiempo ¡oh varón nonagenarios
o centenario, quizás,
por tu capacidad natural de dar,
sobre todo el ejemplo
de que no hay edad para el trabajo.
Tu sudor añejo , que aún fertiliza la tierra
que siempre te alimentó
y la que alimentó a muchos...
fue quien te dio día a día la fuerza
de aferrarte a la vida,
a tu Jaquimeyes querido, y,
a tu compañera eterna.
Enseñaste que la inercia le llega al cuerpo,
no asì al alma,
que movió tantos años tu cadáver
para seguir trabajando,
para no dar dolor,
a la que fue tu media naranja,
para seguir amando...
Pues, en definitiva,
¿ qué es el hombre...?,
si no es el alma que camina aferrada a un cuerpo,
que es cadáver,
un alma que lleva la preservación como instinto,
pero, a la postre,
unas llenas de precariedades e inutilidades,
y otras, que como la tuya,
fue estoica y fructífera.
¿ Seguirá este pueblo siendo Jaquimeyes, con pérdidas como la tuya...?
Paz a tu alma.
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