CUANTO TE ESPERO?

La espera es un fenómeno que puede alterar el estado de ánimo de un ser viviente, de acuerdo al momento y la circunstancia de la situación imperante, de este esquema parte el estado de ansiedad que embarga a cualquier persona.

Es traumática la espera para un hijo cuando comete una travesura y su madre no asume el deber de hacer la corrección de lugar en el momento del acto, sino que transfiere la responsabilidad al padre, comunicando al infante que el nivel de castigo esta en estudio, emitiendo las famosas palabras: -"espera que llegue tu padre".

De igual manera era motivo de trauma y provocaba ansiedad el hecho de oír a uno de tus padres deletrear tu nombre y apellido de cabo a rabo, -"¡Miguel Antonio Matos Rodriguez!", esas palabras retumbaban en tus oídos, y te obligaban a mantener un perfil bajo hasta ver cuando ellos olvidaran el enojo y volviera la paz a tu interior, porque en ese tranque había una pela guardada que al mínimo equívoco te la fueteaban o te recordaban -¡"Mira que me la debes"!.

La espera que te angustia y al mismo instante te emosiona, manteniendo tus nervios y el corazón levantando la camisa, es cuando lograste empatar una cita con la muchacha amada y tan deseada, en ese espacio los segundos se convierten en hora, los minutos en semanas y la hora en meses. Las piernas no conocen la estabilidad, las manos no obedecen a la tranquilidad y nuestros ojos se olvidan de la fijación, así como la tolerancia desintegra toda la negatividad.

Hay momentos en la vida donde la angustia enerva la espera, cuando ocurre una situación donde prevalece el desconocimiento, y el rumor es el único medio de información al que tiene acceso, y es cuando se escucha la noticia de que un familiar esta en una situación de riesgo o peligro incierto, y donde la veracidad de la información se hace casi imposible y el único instrumento que nos queda es la fatidiosa "espera".

Todos tenemos que ser pacientes, aprender a esperar, porque "no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista".