FILARIASIS LINFATICA O ELEFANTIASIS?
POR: Dr. Polibio Batista Matos*
*El autor es director de la Unidad Dermatológica del Sur Oeste.
Se piensa que la filariasis linfática haya afectado a los humanos desde aproximadamente 1500 a 4000 años atrás, aunque una fecha precisa de su origen es desconocida. La primera clara referencia de la enfermedad ocurrió en la literatura griega antigua, cuando los especialistas discutían el diagnóstico de la filariasis linfática en comparación con el diagnóstico de síntomas similares resultantes de la lepra.
La primera documentación de los síntomas ocurrió en el siglo XVI, cuando Jan Huygen Linschoten escribió sobre la enfermedad como parte de su exploración de Goa. Poco después, la exploración de otras áreas de Asia y África resultaron en reportes sintomáticos adicionales. No fue sino hasta siglos siguientes que se desarrolló un mejor entendimiento del ciclo de la enfermedad.
En 1866, Timothy Lewis, trabajando sobre la obra de Jean-Nicolás Demarquay y Otto Henry Wucherer, hizo la conexión entre microfilaria y elefantiasis, estableciendo el curso investigativo que ultimadamente llevó a la explicación de la parasitosis. Poco después, en 1876, Joseph Bancroft descubrió la forma adulta del gusano, y finalmente en 1877, el ciclo de vida, incluyendo el artrópodo vector, el cual fue teorizado por Patrick Manson, quien procedió a demostrar la presencia del gusano en los mosquitos. Manson, incorrectamente hipotetizó que la enfermedad se transmitía por contacto con la piel y el agua en donde los mosquitos yacían sus huevos. En el año 1900, George Carmichael Low determinó que el método de transmisión real al descubrir la presencia del gusano en el probóscide del mosquito vector.[1]
Epidemiología
La filariasis es endémica en regiones tropicales de Asia, África, América Central y del Sur, poniendo a riesgo a más de 1.1 mil millones de personas, con 120 millones de personas afectadas en 83 países, más del 60% de los cuales residen en el sureste de Asia.[2] En estas áreas endémicas del mundo, por ejemplo, Malaipea en Indonesia, hasta un 54% de la población puede que tenga microfilarias en su sangre.[3] El hombre es el reservorio o fuente de infección primaria para todas las filariasis humanas, por lo que es una antroponosis. El mecanismo de transmisión se efectúa exclusivamente por medio de hospedadores intermediarios, los cuales varían dependiendo.
En la República Dominicana, se encuentra focalizada en la zona cañera de la Región Sur Oeste, principalmente, los bateyes comprendidos entre el Batey 1 al 9, con todas sus secciones cercanas, donde están la mayoría de la casuística.
Barahona, Uvilla, Cristóbal, Salinas, Jaquimeyes, Bombita, Oviedo, Pedernales, entre otras. En tanto que en los barrios La Ciénaga, Guachapita y Los Gandules del Distrito Nacional, así como Las Cuevas de Cívicos, del municipio de Cotuí .
Tenemos registrado desde el año 2001,131 pacientes Diagnosticados y tratados por La Unidad Dermatológica del Sur oeste.
Grupo linfático
Wuchereria bancrofti se encuentra en África del norte y central, sudete de Asia, India islas del Pacífico y norte de Suramérica y el Caribe .Vive en los conductos linfáticos de los humanos, de donde, por drenaje, pasa a sus extremidades inferiores, causando una de las patologías más debilitantes y desfigurantes.[2] La hembra produce microfilarias que penetran en el torrente sanguíneo entre 10 pm y 2 am. Este fenómeno se denomina periodicidad nocturna y corresponde con la hora de máxima actividad de los mosquitos que sirven como transmisores, tales como Aedes, Anopheles, Culex o Mansonia. Al infectarse la persona, generalmente sufre inflamaciones y dolores en los ganglios. La repetida exposición al parásito en zonas endémicas termina por provocar una infección grave con inflamaciones notorias que evolucionan hasta convertirse en linfedemas y fibrosis con una fase final denominada «elefantiasis» de las extremidades inferiores y los genitales.Y es la que se encuentra en la Republica Dominicana.
Tratamiento
El tratamiento de la filariasis se hace con un antihelmíntico como Albendazol®, que para conseguir la curación debe ser administrado simultáneamente con Ivermectina® o con dietilcarbamazina para eliminar las microfilarias o larvas, en las patologías en que éstas se presentan.[4] El medicamento y la dosis precisa deben ser determinados por prescripción médica para cada caso específico
Profilaxis. Uso de indumentaria que proteja la mayor parte posible de superficie corporal; utilización de repelentes y mosquiteros. En general, utilización de medidas destinadas a prevenir la picadura de insectos
Estrategias
Para el año 2001,la Secretaría de Estado de Salud Publica (SESPAS),representado por su Subsecretaría de atención Primaria y su Centro de Enfermedades Tropicales (CENCET), El Instituto Dermatológico y Cirugía de Piel (IDCP), Unidad Suroeste, y el Hospital Regional Jaime Mota, con su departamento de Urología (CUROF), hacen acuerdo tripartito para el manejo de la Morbilidad del Linfedema de las Extremidades Inferiores (Hinchazón o edema), la morbilidad Escrotal, tanto el manejo clínico como quirúrgico y la 3ra parte la del manejo estadístico de estos manejos médicos, como la programación de la vacunación para reducir la Incidencia y prevalencía de esta patología en la Región Suroeste y el país.
Este acuerdo de manejo con fondos especiales de la Fundación Hill y Melinda Gate, de Microsoft, por un periodo de cuatro años, perimió, pero las instituciones siguen con la atención al paciente en la ciudad de Barahona.
Los pacientes con edemas o hinchazón de piernas en el Sur Oeste, pueden acudir a la Unidad Dermatológica del Sur Oeste, en la avenida Luperon # 1, frente a la Policía Nacional, con los teléfonos 809-524-1515, si el paciente es referido por su Unap correspondiente del nivel primario, vía Senasa, pues es atendido, con la cobertura de esta ARS, en la Unidad Dermatológica del Suroeste, como nivel terciario.
Es importante que el paciente sea evaluado, por este nivel porque además de la Hinchazón de las piernas, o mas bien, el Linfedema de las Extremidades Inferiores, existen otras patologías concomitantes, como son Dermatomicosis Superficiales y profundas (Hongos), Dermatomicosis (Uñas Enfermas por Hongos), que son puertas de entradas, para infecciones oportunistas, con todos estos problemas obstructivos de los vasos linfáticos de las extremidades inferiores.
En todo el trabajo de Atención Primaria en Dermatología Rural (En los campos) y Urbano-Marginal (en los barrios pobres), de los pueblos de nuestra Región, pues el Instituto Dermatológico, tiene presencia en las Unaps, Subcentros de Salud, hospitales Provinciales,Asilos de ancianos, cuarteles militares y policiales, con una cobertura de más de 250 establecimientos de SESPAS, FF.AA, P.N y otras instituciones gubernamentales y no gubernamentales, con consulta gratuita y donación de
medicamentos, cirugía menor y laboratorios.
Con esto detectamos todas las Dermatosis existentes, Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), englobando así el tema de la Filariasis en el Suroeste. Dicho paciente ya detectado por el Auxiliar Dermatoleprólogo, debidamente entrenado y formado por el IDCP, es referido a la Unidad Dermatológica en Barahona, para su historial clínico y su tratamiento adecuado.
Pretendemos para el próximo año 2009, entrenar todos los médicos de la Región IV de SESPAS y los paramédicos, para así crear la infraestructura de recursos humanos total, para mejorar la Morbilidad y bajar las tasas de Incidencia y prevalencia, hasta que esto no sea un Problema de salud Publica en nuestra Región y el país.
Siendo las complicaciones de la Filariasis, una de las patologías de más Discapacidad en los pacientes, crea un problema Económico-Social que afecta la productividad de nuestros conciudadanos.
Si usted ve cualquier persona con problemas de su pierna o escrotal, por favor envíelo al centro de salud más cercano, o envíelo al Instituto Dermatológico más cercano.