viernes, 30 de mayo de 2014

30 de Mayo del año 1992, Club de la Secretaria de las Fuerzas Armadas


El fundamento de la familia esta sentada sobre la base de formar hijos, que sin importar sus condiciones económicas, reconozcan que en el fondo son seres humanos, que su papel es ser útil a la sociedad, con respeto, humildad y solidaridad.


martes, 27 de mayo de 2014

La RD en New York Times

Orlando Gil
orlandogil@claro.net.do
@orlandogildice
EL TIMES.-  La nota  publicada por el New York Times la semana pasada sobre la aprobación de la Ley de Naturalización y sus implicaciones, no es que fuera  la más equilibrada, pero por lo menos  el autor se ocupó de consultar al embajador dominicano en Washington. Los hechos y el contraste de dos opiniones o posiciones. Sin embargo,  llama la atención que el periódico más importante del mundo estuviera atento al día a día de República Dominicana,  y que diera cuenta con premura de la aprobación del proyecto y las reacciones de los grupos interesados. No es la costumbre, ni lo usual. Mucho más que fue  una información propia y no tomada de una agencia de prensa. La cuestión, de eso ya no hay dudas, tiene un rango que los dominicanos nunca llegaron a sospechar, y no se puede negar que los promotores de la causa haitiana hicieron un trabajo con resultados que van más allá de sus conocidas potencialidades. Conviene decir que esa reseña fue la más  comentada en la edición de la fecha, y no por dominicanos ni haitianos, sino por norteamericanos...
LIETMOTIV.-   Es bueno  destacar dos aspectos de la nota de The New York Times, pues constituyen el  leitmotiv en todas las publicaciones en el extranjero después que el Ejecutivo envió el proyecto a las cámaras legislativas y estas lo aprobaron. El primero. Dice que “ el plan busca suavizar la crítica internacional luego de que el Tribunal Constitucional decidiera en septiembre pasadoÖ”. Esto es, lo que llevo dicho. No es que el gobierno dominicano fue justo, comprensivo, humanitario, sino que fue forzado por las circunstancias a reconocer  derechos que habían sido negados por la sentencia 168-13. Y ni siquiera lo  reivindican  como  Tamakún El Vengador, aquel personaje errante de las radionovelas cubanas de los años cuarenta o cincuenta del siglo pasado. No comete el atrevimiento de Le Nouvelliste de decir que el gobierno capituló, pero sí que hizo lo que fue su consigna de campaña: Arreglar lo que estuvo  mal hecho. Olvidando, o no sabiendo, que dicho fallo se vincula constitucionalmente con todos los poderes públicos...
LA CIFRA.- El segundo es el escenario de la refriega futura. Dice que “ las organizaciones  de los derechos humanos señalan que 200 mil personas podrían ser afectadas, mientras que el gobierno dice que el número es mucho más bajo, alrededor de 24 mil ”. ¿ Cuál será al final la cifra prevaleciente, la de 200 mil que nadie sabe de dónde sale, o la de 24 mil que la Junta Central Electoral tiene documentada ? El pleito, por lo que se ve, apenas está empezando. Las naciones, organismos,  grupos y medios no aceptarán solución a 24 mil casos, como tiene pensado el gobierno,  sino a 200 mil que habrá que buscar con lupa, a menos que se decida por el entre tó y en esas condiciones no se cuente. Como el cubano en Estados Unidos, desde que pisa territorio norteamericano tiene amparo. Así el haitiano, desde que diga que es descendiente de un bracero y que nació de este lado de la isla será dominicano, aunque reconozca como los santos mayores de su altar a Dessalines, Toussaint, Christophe y PËtion...
EL ESCUDO.-  El gobierno no supo pelear al principio pues tenía la sentencia 168-13 como una espada pendiendo sobre su cabeza, sin haber tenido arte ni parte en ese fallo. Entonces eran naturales  las dudas y complicada la estrategia, pues ¿ cómo poner distancia con algo a lo que estaba vinculado por mandato constitucional ? Ahora no. Ahora tiene su ley y no puede hacer otra cosa que respetarla, que defenderla, que hacerla ejecutoria. No importa lo que diga Le Nouvelliste, ni reseñe The New York Times, ni la vigilancia del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, ni las conclusiones del Caricom, ni las muchas reacciones que se producirán en cascada. La Ley recientemente aprobada y promulgada es su escudo, y sabrá sí como los espartanos, en sus guerra,  queda encima o debajo. Si triunfante o derrotado. Incluso, como ahora todo el regocijo lo dan las encuestas, estas fueron muy claras. Como dijera Fidel Castro de los marielitos: “ No los queremos, no los necesitamos ”...

lunes, 26 de mayo de 2014

ESPECIAL PARA TI, MADRES


                                            
 
       Madre, marcamos hoy como tu día, pero tú estas por encima de eso, eres más que un regalo, un poema o una canción.
        En la debilidad de tu sexo, esta la fortaleza de tu alma.
        En las lágrimas que derramas, esta la grandeza de tu espíritu
        Sobre ti confió Dios la continuidad de vida sobre la tierra.
        Tu regazo es refugio de consolación y confianza a toda criatura
que necesite amor, comprensión y afecto.
        Solo tú puedes enseñar el amor verdadero, eres sostén de la familia, por:
        tu comprensión,
        tu amor,
        tu afecto,

        tu humildad, y
        tu fortaleza de espíritu.
        Felicidades, simplemente gracias a ti somos humanos.


Luis López

viernes, 23 de mayo de 2014

¿Obligaron al gobierno a capitular en caso haitiano?

Orlando Gil
orlandogil@claro.net.do/@orlandogildice
LA PÁGINA.- Aprobada por el Senado la llamada Ley de Naturalización, con el consentimiento público de los sectores, organismos y países que objetaron la sentencia del Tribunal Constitucional, conviene pasar la página. Hay núcleos de pensamiento o de opinión que no están totalmente convencidos de que la salida fuera la mejor, y no hay que sorprenderse si decidieran ir de las palabras a los hechos e interponer recursos ante las altas cortes. Hay gente que no se rinde nunca, y tampoco tiene por qué hacerlo, pues los órganos públicos están para que los ciudadanos reivindiquen derechos, busquen justicia y procuren amparos. El problema nunca fue de los patriotas, sino de los apátridas, y éstos entienden que ganaron la partida, que se impusieron en la prueba. Da gusto leer el editorial del periódico haitiano Le Nouvelliste del pasado 16 de mayo, entre los que se cuentan párrafos verdaderamente siniestros… 
CAPITULÓ.- Dice –como si se tratara de una declaración de principios– que “fue necesario una campaña emprendida por las autoridades haitianas, por una parte, por todos los países del Caricom por otra, para denunciar la decisión discriminatoria de la Corte Constitucional y obligar al gobierno a capitular”. A confesión de parte, relevo de pruebas. Es un medio haitiano, y tal vez el más importante, que está revelando lo que unos suponían, otros creían y algunos sabían: que todas las citaciones, acciones y pronunciamientos en el exterior no eran obras del Espíritu Santo, sino inducidas y convenidas por nacionales y autoridades del otro lado de la Isla. Pero no solo afirma que “fue necesario una campaña”, sino que esta logró el cometido de “obligar al gobierno a capitular”. Es decir, élite haitiana tiene claro lo sucedido. No es que el presidente Danilo Medina fue comprensivo, sabio, humano, sino que ese ánimo feroz puesto en escena doblegó el brazo a los dominicanos. No más palabras, magistrado, como se concluye en los estrados… 
LOS GOEBBELS.- Fue obvio desde el principio que los haitianos querían dar a los dominicanos donde más podía dolerles, y ese flanco era el turismo, uno de los renglones más importante de la economía nacional. Lo confirma Le Nouvelliste, y lo hace con palabras que no dejan dudas del propósito. Todas esas intervenciones en el exterior o las reacciones de países de todo el mundo contribuyeron “a empañar la imagen de la República Dominicana, conocido como uno de los destinos turísticos más populares de la zona”. Esto es, el Diablo pensando en los detalles: “No te compro pollos, ni huevos, en lo que eres bueno, pero igual creo condiciones de horror en los medios extranjeros, de manera que se reduzcan tus visitantes”. Fueron entonces periódico por periódico de Norteamérica y Europa sembrando la cuña del palo malo, y los reportajes fueron saliendo unos tras otros, en una campaña tan efectiva que a su juicio llevó a la industria hotelera dominicana a expresar preocupación. Los dominicanos fueron acusados de nazis, pero viendo los resultados de la campaña, Joseph Goebbels, sería un niño de teta ante la eficiencia mediática de los haitianos. Por ejemplo, hicieron “capitular” a su enemigo más poderoso… 
LOS HIJOS.- Los grupos o sectores y hasta naciones que creyeron a los haitianos víctimas inocentes y dudan de sus propósitos a largo alcance, deben hacer ahora, ante las evidencias, o sus confesiones, lo que el gobierno dominicano: capitular. Reconocer que se equivocaron y que los hechos ocurrieron al revés. Que República Dominicana fue la víctima, y no solo de las maquinaciones haitianas, sino de la falta de integridad de la llamada comunidad internacional. Si no, ¿cómo explicar la burla final del editorial de Le Nouvelliste del pasado 16 de mayo? Se pregunta el periódico: “¿Cuántos hombres y mujeres haitianos todavía se sienten afectados por esta sentencia que ha herido a los hijos de Dessalines, Petion, Christophe y Toussaint en su carne, su sangre y su alma?”. Léase bien. No habla de los hijos de Duarte, Sánchez, Mella, Luperón, Caamaño y Manolo. No. Dice “…los hijos de Dessalines, Petion, Christophe y Toussaint”… 

miércoles, 21 de mayo de 2014

EN UN ALTAR DEL PUEBLO


La mata de almendra facilitaba la sombra del área de recreo frente a la casa durante el ardiente sol del día,
un poste sostenía a lo alto la lámpara que permitía la comodidad del juego de dominó que cada noche entretenía al acostumbrado grupo de adultos, una acera de cemento pulido guardaba la distancia entre la polvorienta tierra de la casa, que a un escalón continuaba con el piso de la sala. La casa de tabla de palma, dos puertas de  dos media hojas en el área que correspondía a la sala y otra completa en la única habitación se podían observar desde el frente; caña brava perfectamente colocadas en el techo entretejían las palmas que formaban la cobija. Unos muebles de palitos de color azul envejecido rellenaban el espacio, una mesa de cuatro patas cubierta con un viejo mantel de cuadros de un rojo gastado por residuos de alimentos y polvos, y cuatro sillas de guano sin pintar; a la altura del hombro un esquinero con una puerta de tela metálica que descansaba en la esquina que unía la pared de la sala con la única habitación, conteniendo algunos platos mal colocados en su interior, como un par de jarros esmaltados y varios envases de hojalatas coleccionados en algunos de los escasos colmados del pueblo, a lo que se les podían observar la mínima coloración, y el difuso nombre de la marca del contenido. En la parte superior del esquinero, varios objetos viejos, entre cosas y partes de envases que alguna vez fueron útiles, colocados al azar mezclados con polvos y telarañas, en la esquina opuesta al esquinero había una pantalla con un viejo radio “phillip” de color negro, al lado, en otra pantalla, descansaba una lámpara de gas con un tubo de cristal ahumado por el hollín del combustible quemado.

En el lado izquierdo de la puerta que daba salida a la vieja cocina, al lado del esquinero se encontraba una tinaja de barro colocada dentro del orificio de una mesa de tres patas fabricada para ella, como algunos jarros colocados en la pared.

Una puerta en el centro de la pared que daba a la única habitación, pintada con pintura de un azul que se fue apagando con el tiempo, una vara que sostenía las paredes laterales de la casa, y otros maderos en forma de trébol que descansaban en el caballete del techo, saliendo del centro de la apertura de la puerta para reforzar la cobija..

En una esquina de la habitación estaba colocada una mesa cubierta con un viejo mantel de un color indefinido, por el polvo y el paso del tiempo, que lo cubría hasta las cuatro patas; sobre esta, unos cuadros de San Miguel, de Metresili, de San Gregorio, de San Martín de Porres, del Gran Poder de Dios y de la Virgen de Altagracia descansaban apoyados de la pared, sobresaliendo la imagen de San Miguel donde doblegaba a Lucifer con su espada en la mano derecha y en la otra un escudo; una ponchera esmaltada de un blanco difuso con menos de la mitad de agua que nunca se cambiaba y que el tiempo iba consumiendo, conteniendo varias piedras en su interior, al lado un par de velones encendidos daban una tenues y palpitante iluminación a la mesa reflejando un débil movimiento a todos sobre ella, una silla de guano colocada lateralmente al frente que jamás era movida, y contigua una cama de caoba que chocaba con un viejo armario de la misma madera donde se guardaban las ropas y otras prendas de los viejos jefes de familia.

La cama de los viejos estaba colocada a la derecha entrando a la habitación, al lado una puerta daba al patio, y frente a esta otra cama donde dormían otros de los hijos y algunos nietos.

El llego vestido con uniforme militar, de kaki completo con un kepi debajo de su brazo izquierdo, su cintura rodeada por una correa ancha de color negro donde descansaban una pistola y varios tiros, el brillo de sus zapatos deslumbraban a lo lejos, era una tarde donde el sol iba dando paso a la sombra de la noche. No tomo asiento, fue recibido con maternal abrazo por la doña de casa a quien le pidió la bendición como su tía, quien respondió ademas con una caricia sobre su pronunciada calva.

Ella entró a la habitación, colocándose un vestido rojo de listón blanco alrededor de la cintura, el cuello y las mangas, se sentó en la silla y mirando fijamente el agua en la ponchera en unos segundos su rostro se fue transformando, su mirada, su modo de hablar y sus gestos fueron diferentes a lo que normalmente era.

Ella lo mando a pasar, él entro a la habitación dirigiéndose a la esquina donde se encontraba sentada frente al altar, mirando la luz de la vela que tímidamente se reflejaba en el agua de la ponchera, le dijo que tomara asiento en una silla que colocaron al frente, él prefirió quedarse parado; con sus brazos entrelazados sobre su pecho y sus piernas en constantes movimientos escuchando cada una de sus palabras, la que asumía con el movimiento de su cabeza como verdad absoluta. 

La luz de la vela revoloteaba zigzagueante sobre el rostro de ella, sus ojos medio cerrados, sus palabras en un susurro entendible, donde hacia un recuento del porqué y quién era culpable de lo que supuestamente estaba pasándole, él por su parte admitía con el movimiento de su cabeza.

Después de media hora de monologo, ella tomo un pedazo de papel de un viejo cuaderno, y con un pedazo de lápiz le anoto algo que debía comprar en  el mercado para hacerle un resguardo, a parte de otras recomendaciones que debía asumir para su recuperación.

Unos días después, todo lo anotado le fue entregado. Esa mañana sentada bien temprano en el patio, ella sentada en silencio y susurrando algo entre sus labios iba tejiendo un lasito con unas cintas roja, azul y blanca, tomando un pedazo de viníl preparó una especie de bultito en miniatura y dentro coloco todo lo que había pedido, fabricando una especie de cadena; luego le instruyo que debía llevarlo permanentemente amarrado en un brazo, en un bolsillo o en la cintura.

A los muy pocos meses, bien temprano empezó a tomar tragos, pudo ser que por un delirio de libertad emocional, fruto de la consulta con ella, creyendo que todos sus problemas se habían resueltos; estaba celebrando muy contento se dirija a la provincia del pueblo a llevar a un amigo al que insistentemente él obligó a montarse en el motor, donde murió al regreso fruto de un fatal accidente.

La tarde se puso obscura para todos en el pueblo al recibir la noticia, él de alguna manera había calado sus corazones, jocoso, amable y retozón, eran sus características, el rojo encendido del color que se le dio a la madera de la casa fue lo único que daba otro matiz al acontecimiento.

sábado, 17 de mayo de 2014

Pasamos por la pena de comunicar el fallecimiento de Maria Santa Batista de la Paz (Santa Yina)

Sus hijas Nircida, Nereyda y Leticia.
Sera expuesta en el Municipio de Jaquimeyes; sera velada a las diez de la manana en el cementerio Municipal.

domingo, 11 de mayo de 2014

JAQUIMEYES DEL PASADO, DEL PRESENTE Y DEL FUTURO

Ana Luisa Matos
El crecimiento social de un sector de la comunidad se caracteriza por la labor que desarrollan sus miembros, orientando sus capacidades en la realización de los logros que como metas se han fijados para el bienestar de todos sus componentes. No puede haber desarrollo social sin capacitación y sin fijación de metas.

El pueblo de Jaquimeyes nunca ha sabido capitalizar las ayudas que como pueblo han sido ofertadas por personalidades y algunas organizaciones. Este pueblo fue fundado en el año 1877 por personalidades de ciertos niveles sociales de su época, Andrés Matos fue funcionario en la provincia de Azua, igual que el general José Dolores Matos, quienes se fijaron como meta crear una sociedad donde sus descendientes puedan crecer y desarrollarse dentro de los niveles de competencia de la época, la producción de alimentos.

Lamentablemente esa meta debió cambiar por los año veinte, con el surgimiento del Barahona Sugar
Cambe, Augusto, Chetado y Rafito
Company, que provoco la inmigraciones de familias y personas en busca de un mejor nivel de vida, pero la que forjo a muchos jaquimeyeros a prepararse en algunos oficios para superarse; donde los primeros que se interesaron por lograr una profesión fueron los hijos de los primeros fundadores. Estos emigraron hacia otros lugares sin interés de volver, conducta que se ha insertado hasta la época.

Para los años treinta, la clase mas pensante, se vieron obligados a organizarse como sociedad, sus muertos tenían que enterrarlo en el cementerio de Fundación, las misas debían oírla en Peñón, así como otras series de necesidades, partir de ahí se organizaron para crear el cementerio y construir la iglesia, todo eso con esfuerzo propio y algunas ayudas de algunas entidades. Así, por los años sesenta fue llevado el acueducto desde el Municipio de Cabral y llevada  la energía eléctrica.

Chocho
Estas series de acontecimientos fue fruto de la decisión de algunos hombres que podían pensar mas allá que los demás, donde no faltaron las criticas de calumniadores, pensando que eso era para quedarse con las recaudaciones, pero haciendo casos omisos a todas esas presiones se lograron las metas propuestas.

A mediado, también de los años sesenta, se forma la Asociación de Juan Benito, una organizacion agrícolas con reglamentos, estatutos y metas propuestas, logrando la construcción de un canal de riego con varios kilómetros de encache, con la instalación de un par de bombas, de las primeras de la región. Esta era dirigida por Aladino, Morgan, Bombolon y un grupo de hombres productores del pueblo.

Eliseo Lopez
Podíamos decir que los sesenta fue de desarrollo para el pueblo, un sacerdote, apodado el Padre Frank, quien oficiaba misas en Jaquimeyes y Peñón, oferto construirle un liceo, el primero en el área, así como una farmacia popular, solo pudo construir la farmacia y por conflicto de intereses y que nadie quiso aportar la basquet y volibol.
tierra, se construyo en Peñón con una cancha de

Para esos mismos años Aladino lleva a Caritas Dominicana donde ofertan unas series de proyectos y ayudas, tanto a amas de casas como a campesinos, esto duro varios años. Luego, para inicio de los años setenta se crea una Asociación de Ganaderos en los predios de Juan Benito, donde se donaron cabezas de ganados, equipos, maquinarias y recibieron talleres de orientación para el desarrollo del proyecto.

Fidelio Matos
Después del ciclón David, el presidente Guzmán dio un millón de pesos al obispo Mamerto Rivas para invertirlo en Jaquimeyes, Mamerto tuvo la idea de construirle viviendas, creando un comité encabezado por German, Rene de la Paz, Guzman y otros; la idea era construir la casa para que el adquiriente fuera pagando una cuota mínima para seguir construyendo a otros; pero unos buenos y leales Jaquimeyeros insistaron a los adquirientes a no pagar porque eso era donación del estado, hicieron una carta publica y enviaron otra a la presidencia.

Para finales de los setenta se instalo una oficina de Agricultura, los agrónomos que ocupaban el puesto fueron orientadores de los jóvenes de entonces, de ahí nace la idea de crear el Club Cultural y Deportivo 5 D "Eliseo Lopez", y luego nació el 12 de Junio; entre esos Agrónomos podemos mensionar a Genao y Adelso Abreu, entre otros.

Estas series de acontecimientos fue la que motivo a muchos jóvenes a empeñarse por su desarrollo, lamentablemente los relevos no dieron seguimiento.
Proadia Matos
emigrando a Santo Domingo en busca de una carrera, oficio o empleos; y que

Jaquimeyes siempre ha tenido la ayuda, el problema es que no ha surgido un líder que haga base en el pueblo, como sucede en Peñón, Tamayo, Vicente Noble y otros; es lamentable que personas adultas nunca hayan tenidos interes en asociarse para implementar un verdadero desarrollo, siempre los jóvenes estudiantes han sido los que han llevado la voz cantante en los reclamos del pueblo, quienes después tienen que emigrar en busca de crecimiento personal. Ojala puedan crear conciencia y entiendan que ellos habitaran hasta su partida al punto de descanso externo, y son los llamados a preservar el patrimonio que heredaran sus nietos.

lunes, 5 de mayo de 2014

LOS NUEVE DIAS

Por Luis Lopez

El proceso cultural de los pueblos circunda sobre el objetivo de conservar las prácticas que como herencia van pasando a las generaciones venideras, a fin de mantener la armonía y el control dentro del respeto familiar de una sociedad en particular.

Había llegado la noticia de su fallecimiento en un pueblo lejano, unos cuantos pudieron asistir, los demás no estaban preparados, son casos de fuerza mayor, cumplir “sin compromisos”, es una situación difícil, pero ahí se olvidan las diferencias, el rencor y la apatía, cualquier pérdida humana tiende a desgarrar el corazón.

En el pueblo iniciaron el proceso para asistir al último rezo de los nueve días, se coordinó con el dueño de una máquina, para el transporte del grupo que iría para cumplir, era necesario salir de madrugada, al pueblo donde iban a cumplir quedaba en otra provincia. La ropa de luto era imprescindible, una falda negra con una blusa blanca y zapatos negros con media de nylon, la ropa de color no era para asistir a un rezo, era una ofensa y una demostración de insensibilidad presentarse así frente a una familia que había perdido un ser querido; por su parte la mayoría de los hombres llevarían  pantalones bien almidonados y camisas, de colores claros, casi siempre manga larga, además de los zapatos bien lustrados.

Llegado el octavo día se inició la coordinación para el viaje, había que prepararse, la salida era a las cuatro de la mañana, por tradición el rezo empezaba a las ocho, esa noche pocos de los viajeros durmieron, algunos realizando los preparativos de la ropa que debían usar, plancharla y verificar si le faltaba algún botón, otras al ser prestada tenían que cogerle o soltarle para que se ajustara a sus cuerpos, era una noche de murmullo y movimiento, algunos muchachos fueron beneficiados con el viaje, para esa época viajar era casi imposible, pues se hacia casi siempre por necesidad no por placer.

Las cuatro de la mañana del noveno día, la mayoría estaba en el punto acordado, el transporte pasó a recoger a otros con bultos, porque tenían que llevar regalos en víveres a familiares o parientes que vivían en ese pueblo, “pocas veces iban con las manos vacía”, arrancaron a la hora acordada, no falto nadie, las mujeres se entregaron al creador para que los proteja y acompañe en el recorrido.

Fue un trayecto mas de silencio que de comentarios, el fallecido era alguien que había procreado varios hijos con diferentes mujeres, de alguna forma existía una relación familiar o de amistad, además de tener algunos compadres por el bautizo de alguno de los hijos; cualquier conversación se hacia en voz baja, por respeto.

La carretera polvorienta con muchos altibajos denotaban la escasez del tránsito vehicular por esa zona, en la orilla se podía notar las malezas chamuscada por el paso de los animales de cargas y las pisadas humanas; fincas de sembradíos inciertos con escasos árboles frutales. El trayecto demostraba que la abundancia de esos pueblos era como fantasma que se asomaba en algunas remotas circunstancias.

Entraron al pueblo, sus calles desformes y accidentadas de piedras blancas incrustadas señalaban que eran contadas las veces que algún vehiculo visitara el pueblo, casas de maderas de palma en el centro y en el área periférica de tejamanil; los árboles eran escasos igual que las cercas en las viviendas. Se podía observar el humo de leña que se elevaba saliendo por los tragaluz de los techos de las cocinas cobijadas con hojas de cocos y techadas con troncos, una puerta acostada hacia un lado era la única entrada y salida; fogones en piedras hecho en los patios desiertos.

Sus gentes, rostros de piel clara y pecosa, pelo rubio lacio, observaban con sonrisa de humildad y tímida alegría el transporte de los visitantes, niños descalzos, sin camisa y pantaloncitos cortos de colores indefinidos cubriendo la dignidad de sus cuerpecitos, abdomen salientes, sus caritas aún no abandonaban los residuos del sueño, igual que sus pelos revueltos.

Un macuto, un calabazo con agua colgando del hombro izquierdo, un machete amarrado a la cintura, ropa de trabajo impregnada con colores de manchas de la vegetación del campo, sombreros de alas caídas por el peso del tiempo que alguna vez recibieron de regalo; eran personas que se dirigían a sus lugares acostumbrados de trabajos, quienes levantaban su sombrero en señal de saludo y respeto a las personas que se dirigían a los rezos, sobresaliendo de sus calidas sonrisas los disparejos y amarillentos dientes. Algunas señoras con escoba en manos dirigían sus miradas hambrientas hacia los nuevos visitantes, levantando sus manos para enviar su saludo hospitalario, y sonriendo al ver algún rostro conocido.

Al frente del transporte se divisaba un tordo de viejos sacos incompletos cosidos a mano, levantado sobre varas cortadas en el monte, sillas de guanos colocadas bajo las sombras de los viejos bohíos y debajo de la improvisada enramada, algunas mesas de madera fabricadas de forma rústica para el entretenimiento de los visitantes. De la parte trasera del bohío salía el humo de leña quemada, donde grandes carderos colocados sobre fogones de piedras improvisados, hervían bajo el cielo abierto, uno de ellos producía aromáticas burbujas de café tostado y molido por las señoras del pueblo, conquistando el olfato de los visitantes, y debajo de una enramada varias mesas con manteles en cuadros de un azul apagado, alineadas para colocar lo que iban a distribuir.

El vehículo se detuvo frente a la casa, los visitantes fueron bajando despacio, algunos bajo el dolor fueron recibidos con un cálido abrazo por algún conocido, parientes o familiares; en una habitación de la casa habían dos mesas contiguas cubiertas con manteles blancos, varios cuadros de santos descansando sobre la mesa y la pared en plegaria sobre el espíritu del fallecido, unas velas colocadas sobre botellas decoradas con papel con palpitante luz movida por el viento, sentadas frente a la mesa unas mujeres vestida de blanco, un paño del mismo color que cubrían sus cabezas, y un rosario en manos rezaban elevando plegaria por su espíritu, detrás y pegadas a la pared se encontraban los familiares, la esposa en una mecedora y las hijas juntas a algunas mujeres en sillas de guano.

Los visitantes fueron entrando, lo que provocó la histeria de la esposa y algunas de las hijas, como otros familiares, un ataque de la hija mas vieja suspendió la rezadera, quien pata para arriba fue sostenida por tres personas, evitando que con el salto cayera y se golpeara, llevándola a la habitación contigua, en la que habían varias sillas pegadas a la pared, trataban de abrirle las contraídas manos, mientra una señora la llamaba por su nombre y le pasaban por la cara un liquido de una botella con hojas y palos a la que llamaban “friega”, esta se fue calmando bajo gemidos. Los gritos y comentarios sobre el fallecido fueron disminuyendo, para que las voces de las rezadoras volvieran a tomar el ritmo del inicio.

Los visitantes fueron tomando sus espacios, unos conversaban, otros se centraron en las mesas a jugar y otros fueron a visitar algún pariente o conocidos, los muchachos se confundieron con otros de sus edades a jugar.

Sobre una mesa un saco de arroz estaba listo para preparar, en otros grandes calderos un becerro picado y en otro un cerdo, ambos sazonados para preparar el alimento de los visitantes, varias mujeres con el cabello alborotado y la frente sudada se confundían con el humo que salían de los ardientes fogones, estaban centradas en sus faenas.

En espacio de tiempo unas muchachas pasaban con una bandeja repartiendo café en tacita de porcelana, unos hombres repartían cigarrillos a los fumadores y otros mentas, a los que perseguían los muchachos.

Llegado el medio día los visitantes fueron ubicados y llamados para que fueran a comer, en tres mesas grandes cubiertas por los manteles de cuadros azules apagados se iban colocando platos con arroz, habichuelas, carne de cerdo o de res, y en una ponchera de aluminio había plátanos hervidos para el que quisiera; cada visitante fue tomando un plato, algunos se sentaron en la mesa y otros hicieron rondas donde conversaban y comían.

Unas latas bien brilladas sobre una mesa contenían agua para tomar, vasos de cristal fueron colocados y un jarro de aluminio para servir la misma.

Una hora después hubo una ronda de café, cigarrillos y mentas, cada uno fue tomando su espacio para hacer digestión entre conversaciones y recuentos de sus familiaridades.

La tarde caminaba lentamente, abruptamente se escuchaban gritos cuando alguien que no pudo durante los ocho días dar el sentido pésame a los familiares, era el sentimiento por alguien que se había ido para físicamente no compartir jamás, solo con recuerdos de cosas compartidas.

Llegado la cinco de la tarde las rezadoras se pusieron de pie, con un cántico enviaban el mensaje de que las nueve horas de plegarias por el alma del difunto había terminado, gritos y ataques se escucharon dentro de la casa, de inmediato un grupo de hombres empezaron a desmontar la enramada y repartir las sillas que fueron tomadas prestadas en el pueblo, igual que los demás utensilios utilizados para el rezo. Un grupo reducido entre familiares y allegados se juntaron para dirigirse al cementerio a llevar las flores de despedida de los nueve días.

Los visitantes se fueron reuniendo para el viaje de regreso, entre promesas de visitas y algunas amonestaciones por la poca comunicación entre algunos familiares, se fueron despidiendo; algunos muchachos conquistados para pasarse una buena temporada en el pueblo de los visitantes, de alguna manera el progreso era mas promisorio que en ese lugar. El vehiculo partió y el adiós de algún tal vez fue inserto en la memoria de algunos parientes que con tristeza alzaban sus brazos para responder el adiós donde el tiempo y el destino puedan juntarlos.



jueves, 1 de mayo de 2014

Cada ser humano tiene un talento, el que debe desarrollar en beneficio propio y de su semejante. Felicitaciones a todo el aparato productivo.

"Cuando el trabajo es un placer, la vida es bella. Pero cuando nos he impuesto, la vida es una esclavitud."
                                                               Máximo Gorkis


"El trabajo es todo lo que se esta obligado a hacer; el juego es lo que se hace sin estar obligado a ello."
                                                                   Mark Twain

"Amar a la vida a través del trabajo, es intimar con el más recóndito secreto de la vida."
                                                                   Gibran Khalil Gibran