Ciertas especies en la naturaleza trazan sus modo de vida con practicas que heredan del instinto de sus antecesores para alimentarse y para protegerse de depredadores que ponen en peligro su existencia, pero los seres humanos ademas de aprender tienen la facultad de razonar ciertos criterios y aprender de sus errores.
Había un departamento de Salud Publica, compuesta por varios promotores que iban de pueblo en pueblo educando y suministrando una pastilla de quinina, que amargaba como el diablo, para prevenir y erradicar la malaria, y para completar, eliminando el mosquito que transmitía esta enfermedad fumigando las casas por dentro y por fuera con una sustancia llamada DDT, que después de las lluvias de mayo los mosquitos se multiplicaban por cientos de millares, utilizaban una avioneta para esparcir el mismo producto que nosotros los muchachos andábamos corriendo mirando hacia el espacio para observar la avioneta y la forma de lluvia como se diseminaba el producto, que siempre nos caía en el cuerpo, inclusive en la boca; este producto lo garantizaban por seis meses en la eliminación del mosquito. Pero resulta que fue eliminado por producir cáncer, lo que no he podido entender si se empezó a utilizar después de la II Guerra Mundial y de cáncer empece a oír después de los años 90.
Pintar las casas era un lujo que podía ocurrir cada dos, tres o mas años, la mayoría usaba cal viva, producto que podía durar varios años pegada al sesto de la casa, pero la pintura de aceite a base de plomo era mucha mas duradera, recuerdo que la ultima vez que se pinto la casa de Ana Luisa con una pintura roja fue en el año 1982 al 1983, entre Cochino y Yo y todavía la pintura perdura del lado adentro y en la puerta de las habitaciones, todos los mobiliarios de las casas se pintaban con pintura a base de plomo, inclusive las cunas de los bebes a quienes se le veía rascándose las encías con los salientes de la cuna y nunca vi que paso nada, pero resulta que la pintura a base de plomo produce cáncer y se va a la sangre; nunca vi a nadie de nuestros viejos con algún tipo de estas enfermedades producidas por estas pintura. Cosa que no entiendo.
El aceite de higuereta hace daño al hígado, y me pregunto cual muchacho de nuestros campos no andaba con los mosco como corbata, Anacleta Castillo curaba la apoplejía con un remedio a base de higuereta, según me cuentan Julio Acosta el padre del Dr. Gary era super comilón y una vez se dio una hartura que los hipidos se oían en medio pueblo y Anacleta le dio este remedio y Julio se murió con mas de 90 años. Quien no recuerda el famoso remedio de higuereta con cebolla (guacala), higuereta con aceite de tiburón y con otras vainas aparte de la hediondez en los moños de la higuereta con aceite de bergamota, de oso y de aguacate. A mi particularmente con correa en mano me hicieron beber esa vaina con cebolla, aceite de tiburón y la miel de Lolo. Como no acordarse de doña Mora quien en saco abiertos de chenchen ponía a secar al sol las higueretas para hacer el aceite, al igual que sus famosas sabanas de retazos de colores.
Igual del tabú de que las mujeres cuando estaban en el periodo de menstruación no podían comer frutas, ni pintarse las uñas, ni desrizarse los moños, no podían sacarle espinilla a nadie porque le dañaba la cara, ni pensar entrar a una propiedad donde sus productos estén pariendo, ni andar descalza. También que las mujeres embarazadas no podían comer guineo porque el niño podía nacer con flema, que las mujeres paridas no se podían bañar ni lavarse la cabeza durante cuarenta días y mucho menos podían tener relaciones durante ese periodo, lo que en sentido general no podían hacer desasurdo, ahora paren hoy y mañana están embarazadas, pero eso se ha demostrado que no es cierto.
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