sábado, 22 de junio de 2013

LA ESPINA QUE DEBEMOS SACAR.

Jaquimeyeros
El porvenir de los pueblos es obra de sus hijos más que de sus padres, de los que viven y de los que van a vivir, más que de aquellos que rindieron sus tareas y se marcharon con los siglos. La obra buena de los muertos, como su obra mala, es propiedad de la historia; pero la obra buena del porvenir es el fruto de las buenas intenciones y de la capacidad para convertirlas en hechos".
"Hay personas que creen que los hechos históricos son producidos por los grandes hombres, y resulta que es al revés; son los hechos históricos los que producen a los grandes hombres".
                                                                                                                     Juan Bosch.

Muchas organizaciones surgen y existen en Jaquimeyes, grupos que nacen por una causa especifica y que lamentablemente los vence el cansancio, al perder un principio que debe prevalecer en el dirigente comunitario, la perseverancia, principio que alimenta el espíritu de servicio, de respeto y amor por sus hermanos de la comunidad.

Es lamentable no poder crear un líder en nuestro pueblo, una persona que se gane la confianza y el respeto, para que pueda sembrar la armonía hacia un solo horizonte. Mientra no logremos armonizar las ideas, es tarea imposible de los grupos poder iniciar la ruta del desarrollo.

Es hora de que cada dirigente de los grupos organizados, las iglesias, amas de casas y jóvenes  arrinconen las armas de las acusaciones que no llevan a ningún camino, solo al camino de la división y del deterioro moral, eso es lo que estamos sembrando en nuestros infantes, en nuestros jóvenes, quienes deben enrutarse al camino del progreso para que devuelvan a su pueblo la inversión moral, de la que debemos sentirnos orgullosos, pero orgullosos de habérsela enseñado.

Que podemos lograr con acusar al Síndico de lo que haya o no hecho, lo mismo de las Directoras de las Escuelas o de otras instancias del pueblo, no es mas productivo al pueblo el acercarse y ponerse al servicio para ver que podemos lograr juntos. Es necesario que aprendamos a enfrentar las dificultades con humildad, la arrogancia y el orgullo solo nos llevan al camino de la división familiar.

Debemos aprender a divisar al necio, al sizañoso que busca la mas mínima diferencia para alimentar su falta de escrúpulo en busca de ganancia personales; este que solo mantiene sus intereses por encima del colectivo.

Jaquimeyeros, hermanos, familia es de vital importancia que todas las fuerzas vivas del pueblo se fije como meta armonizar para obviar las diferencias, y juntos enfrentar los males que nos aquejan; donde el principal mal es la diferencia que existe entre nosotros. Es importante que sincericemos nuestra conducta para recuperar la confianza perdida, cada individuo debe defender sus principios, pero esos principios se pueden armonizar para convivir en sociedad, una sociedad moderna que necesita del aporte de todos.

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