Es reconfortante lograr reunir a varios, si no a todos, nuestros envejecientes, en una actividad donde solo se resalta la calidad humana, sin prejuicios, sin lujos, sin diferencias religiosas ni politicas; solo vemos a un grupo de Jaquimeyeros y Jaquimeyeras que cumplirieron sus roles de padres y madres responsables del futuro de sus hijos.
Esta es una actividad para alimentar el alma, para compartir y hacerle ver que ellos para nosotros son importantes, que gracias a ellos hoy estamos aqui, parado frente a ellos celebrando juntos sus aportes, que gracias a ellos hoy somos lo que somos.
Ojala que podamos lograr sencibilizar el alma de nuestros ausentes para que juntos hagamos de esta una actividad cultural, donde esta poblacion envejecientes por lo menos una vez al año puedan compartir y disfrutar de un momento de felicidad, para que por lo menos puedan verse a la cara con sus otros iguales. Que tal vez por condiciones naturales sus hijos no pueden dedicar algun tiempo para que puedan visitarse.
Es una experiencia maravillosa que queda impregnada en el corazon de los que organizamos y realizamos esta actividad, no sabemos como explicar el brillo en los ojos de Dubita, de Malolo, de Ñoña Pegao, de Juana Gube, entre otras cuando estan compartiendo, y asi mismo te lo manifiestan.
Es tanta la satisfaccion de cada uno de nosotros que cuando vamos a Jaquimeyes y nos cruzamos con algunos de estos envejecientes, sientes la calidez y la sinceridad del abrazo que recibimos, como diciendo -"gracias por ese momento, lo llevamos en el corazon".
No hay comentarios:
Publicar un comentario