¿Por què se oculta el sol
en las costas de mi pueblo...?,
dejando en sombra el color anaranjado
de tus lindos ojos quedos,
¿Por què Dios mio,
despuès de derramada el agua en la arena,
no se puede recoger...?
¿Por què señor,
aunque peregrinos gavilanes,
besuqueantes de àguilas y gaviotas,
amamos solo una vez...?
¡Aùn te llevo en el alma!.
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