Faltaban cerca de veinte minutos para la cinco de la tarde, un camión furgón cargado con dirección Azua/Barahona reducía la velocidad para cruzar uno de los policías acostados de la autopista, todos los presentes pensaron a unísonos que el movimiento era por el peso del vehículo, pero al sentir y ver el movimiento de la casa de Yuber empezaron a vociferar -"esta temblando la tieeeeerraaaaa...
Las primeras que abandonaron el altar donde se pedían las acostumbradas plegarias fueron las rezadoras, llegaron al frente primero que los presentes al pararse de sus sillas, esos segundos fueron un verdadero caos, vi unas cuantas mujeres de rodillas pidiendo misericordia, cosa que hace mucho no he presenciado. Realmente fue un movimiento que se hizo sentir, en toda la noche del sábado y el día del domingo cada persona revelaba su anécdotas de ese temblor.
La muchacha que trabaja donde Reyna, cuenta que estaba sentada con su hija en la sala de su casa trabajando con algo y cuando empezó el temblor salio corriendo para el frente de la casa, pero observó que el pote de luz se movía hacia ella, se devolvió frenética para dentro y al ver que todo se quería caer atinó a abrazar su televisión para que no se cayera.
El rezo terminó entre plegarias y comentarios; en lo personal creo que este ha sido un verdadero acto cultural que identifica lo que fue Gari en vida, juguetón, jocoso, humilde, pero, la mejor característica y que siempre sera recordado, fue un ejemplo de servicio, siempre dispuesto a colaborar ante la necesidad de alguien, sin rencor ni apasionamiento en lo material.
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