domingo, 9 de febrero de 2014

Cuando una amiga se va, no existen palabras para sustituir el vacío que queda en nuestros corazones.


Cuando un amigo se va 
se queda un árbol caído 
que ya no vuelve a brotar 
porque el viento lo ha vencido. 
Cuando un amigo se va 
queda un espacio vacío 
que no lo puede llenar 
la llegada de otro amigo.

Sentir la espontaneidad de tu risa, la sincera manifestación de esa gran amiga, tu dulce mirada de humildad, admiracion y respeto del verdadero sentimiento de amistad, el manifiesto que queda sellado en los corazones de cada uno de los que realmente fuimos tus amigos.

Te has ido como el agua cuando se desliza entre los dedos de tus manos, tan solo dejando la sensación de  profundo vacío que dejan el sabor amargo que emerge de lo mas profundo de tu alma, un vacío que dejan brotar lagrimas de impotencia y el dolor de perder tu dulce compañía.

Ya tu inseparable risa no podremos verla, sentirla y disfrutarla, pero quedara junto a nosotros en cada recuerdo, en cada camino y en cada espacio de lo que compartimos contigo.

Tal vez la muerte te haya vencido, pero el verdadero tú quedara impregnado en nuestros corazones como queda el amor materno, aquel que fortalece a nuestras familias.

Tus verdaderos amigos, y aquellos que sintieron la verdadera relación de hermandad jamas podrán decirte adiós, sino hasta pronto, porque jamas perecerá en cada uno de lo que realmente fuiste para nosotros.


No hay comentarios:

Publicar un comentario