sábado, 17 de julio de 2010

Relato de la muerte de Amin Abel

Relato del asesinato de Amín Abel Hasbun, ocurrido el 24 de septiembre de 1970, durante el gobierno de Balaguer, por Mirna Santos quien era su esposa.

"En julio mataron a Otto Morales, otros de los buscados. Luego la represión pareció que disminuía. Amín pensó que después de esa muerte tan brutal y antes los ojos de todos, las fuerzas policiales no se atreverían con él, que era más conocido. Ese fue su razonamiento al venir a nuestra casa. Ahora pienso que quizás perdimos la perspectiva de la realidad y lo que significaba Amín. Tal vez yo hubiese podido ayudarlo para que no muriera.

A la seis de mañana, los toques de policía me despiertan. Salgo al balcón y veo que estamos rodeados. Corro donde Amín que me manda abrir la puerta en lo que él se cambia. En lo que suben a la segunda planta sale Amín y les dice yo soy el que ustedes andan buscando. En ningún momento se resiste. Nos sientan en un sillón, el niño de dos años con nosotros, y vemos al fiscal Tucídedes Martínez y al teniente de la tropa gesticulando en la cocina. Yo lloro y lloro presa del terror. Ernesto pregunta porque mami llora y Amín le dice que su mamá no es guapa, cántale la cucaracha para que vea que tú si eres fuerte. El niño había aprendido a cantar en el colegio.

Viene Tucídedes Martínez, que se va y Amín que no, usted no se puede ir es la única esperanza que tenemos de salir bien de aquí, usted es responsable de nosotros, usted no nos puede abandonar... Qué va, temblando se escapa y el teniente de la patrulla dice que va hacer una llamada para que le den la orden de llevarlo y Amín pero usted no nos puede dejar solo con estos. Los del servicio secreto se habían acercado. También el teniente nos deja. Entonces viene Hermógenes, bueno Amín cállate y vámonos, yo no me voy con ustedes. Empieza el forcejeo. Amín se me pega, yo halándolo, el niño en el medio gritando. Pero nos separan, sacan a Amín, trancan la puerta por fuera, yo la empujo inútilmente. Oigo un tiroteo muy grande y salgo al balcón, ayúdenme, Amín, Amín está herido es lo que creo.

La gente se arremolina a fuera, pero la policía no deja pasar a nadie. Pasa un periodista de apellido Jerez en un motor y con su carné se acerca y yo le digo Amín esta herido, no me percato que la sangre corre por la calzada. El asoma a las escaleras y vuelve y niega con la cabeza. Aparece el teniente corriendo, pero que tú has hecho y Hermógenes, lo que tú sabias que teníamos que hacer, no te hagas. Suben a un carro blanco y se van. No recuerdo cuanto tiempo pasa, el niño llora y alguien me toca el hombro, cámbiese que tenemos órdenes de llevarla, dice el teniente. Me doy cuenta que estoy embarrada de pipí y de pupú, se me había salido todo. Baño el niño y me baño yo. Al salir dice el teniente agárrese de mí, que va a ver algo desagradable. Amín desparramado sobre las escaleras, lleno de sangre, el cráneo destrozado. No había otro lugar para salir le pasamos por encima.

En niño quedó tan afectado que no podía controlar sus esfínteres y cadavez que veia a alguien en el suelo le daban ataque de histeria. Lo tuvimos en tratamiento sicológico hasta los diez años."

Tomado del libro "Viuda de los Doce Años", de Ruth Herrera. Los relatos y entrevistas de este libro estaban siendo publicados en periodico el Listin Diario y por presión de gobierno de Balaguer de entonces se dejaron de publicar y la autora hizo este libro.

Tomado del Libro "Las Viudas de los Doce Años" de Ruth Herrera.

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