Cuando los pueblos comenten el error de no ir en armonía con las oportunidades que por cosa de la vida surgen en sus medios, proyectando mas sus pensamientos en los prejuicios de los rumores manipulados por voces sin fundamentos y enemigas de los cambios que sustentan el desarrollo; estos pueblos se quedan estáticos en el tiempo.
Oriundo de Bélgica, el Padre Frank, como era conocido por todos los habitantes de los pueblos cercanos de la provincia de Barahona; un hombre blanco, de cabellera rubia y ojos claro, residía en la Parroquia del pueblo de Peñón, trajo consigo ideas progresistas y revolucionaria para el desarrollo, tanto intelectual como social para la familia y la juventud de esos deprimidos pueblos. Su inseparable asistente de las misas, Francia, una joven de piel obscura, estatura baja, con lentes recetados, y una humilde sonrisa a flor de piel, eran sus características.
El pueblo de Jaquimeyes tenia mas necesidad de desarrollo que Peñón, por lo que propuso construir un liceo para que los jóvenes del pueblo y otros cercanos no tengan que trasladarse a la provincia a realizar sus estudios; como siempre, en Jaquimeyes hubo conflicto con ubicar el terreno donde se levantaría la edificación, en cambio Peñón no lo pensó dos veces para ofertar los terrenos.
El Padre Frank estaba bien informado de la crisis políticas y las necesidades de los pueblos del país, en cada sermón trataba de enseñar y abrirle los ojos a la gente, tenia una capacidad para combinar el mensaje religioso con la convulsa social del momento. Gracias a el, el Club Eliseo Lopez presentaba sus veladas en el local de la iglesia.
En Peñón levanto la estructura del Liceo y una farmacia popular administrada por grupos comunitarios, quienes se regían por un reglamento; en cambio en Jaquimeyes solo pudo crear la farmacia en coordinación con la Asociación de Productores de Juan Benito, quienes pusieron a la disposición el local propio donde operaban, encabezada por esta asociación crearon un comité con representantes de varias organizaciones.
Este comité cada cierto tiempo se reunía para pasar balance y crear estrategias para la venta de los productos que iban a ofertar, siempre sometido por la encargada. En cada reunión el que llevaba la contabilidad detallaba el movimiento de las operaciones de esta, quien recibía quinientos pesos mensuales por esa iguala.
Con el tiempo esta farmacia se convirtió en una especie de centro combinado, donde además de vender medicamentos, vendían artículos ferreteros, como del hogar, y mas que otras de papeleria.
Con la habilidad de la encargada, esta se mantenía bien surtida con un buen margen de ventas, pocas cosas se compraban en la provincia, había en existencia y al mismo precio que en el pueblo; Esta encargada estaba autorizada por el comité a ofertar los productos que ella considerara que se podía vender, los "comisionistas" como le llamaban a los vendedores, primeros pasaban por la farmacia antes de seguir a la provincia y algunos pueblos.
En el transcurso de finales de los años ochenta, los miembros que encabezaron el Comité renunciaron, porque llegaron a la conclusión de que otros debían asumir esa posición voluntaria, ninguno recibía un centavo por estar cargo de la permanencia de esta institucion del pueblo.
Los nuevos integrantes del comité iniciaron con dudar de la pulcritud de la encargada de la tienda, igual como criticaron a los del comite saliente, resultando que ella exigiera su liquidacion, donde resulto que antes del año solo quedara como una institucion del pueblo, la que en casi todas las actividades sociales, fuera la principal donante, como una buena cantidad para la compra del nuevo pley, tan solo quedara la desamparada estructura que se ve en la actualidad.
Esto es una muestra de que no podemos llevarnos de aquellos que pregonan una pulcritud sin haber nunca dirigido un equipo de domino, y cuando las cosas funcionan debemos apoyarla y felicitar a quienes la dirigen, cuando algo sigue en pie es porque alguien la lleva en ese camino.
El Padre Frank estaba bien informado de la crisis políticas y las necesidades de los pueblos del país, en cada sermón trataba de enseñar y abrirle los ojos a la gente, tenia una capacidad para combinar el mensaje religioso con la convulsa social del momento. Gracias a el, el Club Eliseo Lopez presentaba sus veladas en el local de la iglesia.
En Peñón levanto la estructura del Liceo y una farmacia popular administrada por grupos comunitarios, quienes se regían por un reglamento; en cambio en Jaquimeyes solo pudo crear la farmacia en coordinación con la Asociación de Productores de Juan Benito, quienes pusieron a la disposición el local propio donde operaban, encabezada por esta asociación crearon un comité con representantes de varias organizaciones.
Este comité cada cierto tiempo se reunía para pasar balance y crear estrategias para la venta de los productos que iban a ofertar, siempre sometido por la encargada. En cada reunión el que llevaba la contabilidad detallaba el movimiento de las operaciones de esta, quien recibía quinientos pesos mensuales por esa iguala.
Con el tiempo esta farmacia se convirtió en una especie de centro combinado, donde además de vender medicamentos, vendían artículos ferreteros, como del hogar, y mas que otras de papeleria.
Con la habilidad de la encargada, esta se mantenía bien surtida con un buen margen de ventas, pocas cosas se compraban en la provincia, había en existencia y al mismo precio que en el pueblo; Esta encargada estaba autorizada por el comité a ofertar los productos que ella considerara que se podía vender, los "comisionistas" como le llamaban a los vendedores, primeros pasaban por la farmacia antes de seguir a la provincia y algunos pueblos.
En el transcurso de finales de los años ochenta, los miembros que encabezaron el Comité renunciaron, porque llegaron a la conclusión de que otros debían asumir esa posición voluntaria, ninguno recibía un centavo por estar cargo de la permanencia de esta institucion del pueblo.
Los nuevos integrantes del comité iniciaron con dudar de la pulcritud de la encargada de la tienda, igual como criticaron a los del comite saliente, resultando que ella exigiera su liquidacion, donde resulto que antes del año solo quedara como una institucion del pueblo, la que en casi todas las actividades sociales, fuera la principal donante, como una buena cantidad para la compra del nuevo pley, tan solo quedara la desamparada estructura que se ve en la actualidad.
Esto es una muestra de que no podemos llevarnos de aquellos que pregonan una pulcritud sin haber nunca dirigido un equipo de domino, y cuando las cosas funcionan debemos apoyarla y felicitar a quienes la dirigen, cuando algo sigue en pie es porque alguien la lleva en ese camino.