Nueva York.ñ En su primera homilía papal, Benedicto XVI pidió que los fieles
oraran “para que yo no huya por miedo a los lobos”. Los fieles no oraron, o sus
oraciones fueron ignoradas. En el 2009, cuatro años después, Benedicto XVI oró
ante la tumba de Celestino V, el primer Papa renunciante en 1294.
En el 2010 los escándalos de pedofilia le salpicaban la sotana y Benedicto
XVI declaró que si un Papa no puede hacer su trabajo, “tiene el derecho, y en
algunas circunstancias hasta la responsabilidad de renunciar”.
Empezando el 2012 liberó Palomas Mensajeras de la Paz, pero se devolvieron.
Este enero una inmensa gaviota atacó a una Paloma. Dios o el universo rechazaron
dos veces las ofrendas de Benedicto XVI, él renunció, y un rayo impactó El
Vaticano.
Los “vatileaks” revelaron serios pecados financieros. El 17 de diciembre le
entegaron un informe “terrible” sobre esas filtraciones, el grupismo y
divisionismo de la curia. Parece que desde entonces Benedicto XVI decidió
renunciar, inmediatamente desalojaron monjas de un convento para
“reacondicionar la capilla y bibioteca”. Ahí vivirá el ex Papa.
Renunció por enfermedad. ¿Perdió fé en la sanación de la oración?
Alegó cansancio, ¿olvidó “venid a mi los que estais cansados y cargados que
yo os hare descansar”?
Quedan serias interrogantes: quien renuncia a “representar a Dios”, ¿cambió
de bandos? Porque ahí no existe neutralidad posible.
¿Fue un golpe de Estado Pontificio, o Benedicto XVI, emboscado por la
desesperanza, huyó “por miedo a los lobos”? Desde el 2010 vislumbré su posible
renuncia forzada y lo publiqué en mi blog:
http://testigodeltiempo.blogspot.com/2010/06/renunciara-el-papa-jc-malone.html
La Iglesia Católica Romana necesita un Papa joven, no europeo, ordenar
mujeres y eliminar el celibato. El planeta y su clima cambian, la iglesia
también debe cambiar, materializando las esperanzas de 1,200 millones de fieles
católicos del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario