“Los necios e ignorantes no aspiran a adquirir
conocimientos, pues el verdadero mal de la incultura está precisamente en que
sin saber nada creen saber mucho”.
–Sócrates, “El Simposio”, de Platón–
Señores: las cosas que se oyen en este país (radio bemba, radio, Internet,
prensa escrita y TV) son para que uno, cual “Corre Caminos”, arranque a mil
millas por hora y no detenerse hasta que no se hayan gastado los pies y piernas
hasta las rodillas.
Leí a un señor hablando del “cuidado que hay que tener con Bahía de las
Águilas” con una sarta de argumentos que hacía validar porque él había formado
parte de la “ultima Comisión” que estudió ese conflicto de tierras. Dije: “Este
señor sabe de eso, razón por la que hay que escucharlo”. ¿Saben a qué “Comisión”
fue que perteneció?
Primero, una aclaración: el conflicto comenzó cuando Abel Rodríguez del Orbe
era Procurador General de la República (cuando el Dr. Marchena y Puro Pichardo,
más los otros que cogieron menos, se apropiaron de 18 kilómetros de playas del
Parque Nacional Jaragua, debido a que el director del IAD del Decimato de
Balaguer, el Ing. Agr., Jaime Rodríguez G. (a quien Wilton Guerrero sometió a la
Justicia), violando la ley, declaró esas tierras de “vocación agrícola” y
comenzó a repartir títulos para conucos y fincas en tierras de piedras que sólo
servían para playas (en el mar).
Digo, Abelito Rodríguez, desde la Procuraduría, metió presos a Marchena a
Puro e inició una cruzada para quitarles los títulos a todo el que se los dejó
quitar. Ahí, en el primer gobierno de Leonel, comenzó el “lío de Bahía de las
Águilas” y del Parque Nacional Jaragua y el Parque Bahoruco, que incluyen desde
Paraíso y Enriquillo, subiendo por el macizo de Neyba hasta la Cueva de
Palempito y sus cruces. Miles y miles de tareas de tierras. Abelito se fue y
Moisés Marchena murió de un infarto en la cárcel porque le pasaban dos Brandy
diarios. Después murió Puro, también.
Papá HM entró con el decreto 123-01, el primer año que decía más que expresa
la intención de usar esas tierras para el desarrollo turístico de la región.
Pero eso se quedó ahí.
2.- Decreto burro.-
A la “Comisión” que el señor se refería
alegando que él participó, fue una formada al “echarse la paloma”, en agosto
del 2004, dirigida por el Procurador General de la República, Víctor Céspedes
Tenéis Paciencia, que produjo otro decreto (HM y Guido la firmaron, pero el que
conoce a Víctor, sabe que ese tollo es de su autoría), en que se “declaraba de
utilidad pública” las tierras ocupadas, la mayoría de lo supuestos dueños con
Títulos Definitivos del Tribunal Superior de Tierras. Ese decreto no era más que
el Estado “reconociendo” que las tierras no eran suyas, sino de “los
particulares”, porque el Estado no puede declarar de “utilidad pública” lo es de
su propiedad. ¿Ustedes entienden la sapiencia del increíble comisionado y del
Procurador? ¡Ese esperpento jurídico fue en agosto del 2004!
3.- Poder endereza.-
Las 68 personas que tienen títulos definitivos
(y de eso no sabe Danilo, sino el Tribunal Superior de Tierras, que fue que los
dio), tienen en litis esos terrenos y nadie invierte en problemas. Pero
--¡albricias!-- yo tengo los mapas y conozco la zona como el que más. Lo que ha
hecho ahora Danilo (y todo el que está hablando, disparata) es dar un poder para
“Un Acto Transaccional” para que de manera “formal y expresa la Quinta Sala
Liquidadora Jurisdicción Original del D.N.” archive la litis con los 68
reclamantes y en caso de que esas tierras se vendieran, irán a un fondo de
“fideicomiso” en que los dueños de títulos recibirían 45% del valor y el
legítimo propietario, el IAD, 55% (para planes desarrollo e
infraestructuras).
4.- ¿Y el rabo?
La alharaca de los “ecologistas” es fruto de la
ignorancia (porque se oponen a todo). En las tierras para el turismo, no hay ni
un metro de los parques Nacionales Jaragua y Bahoruco; sino que lo que se va a
explotar son las playas de Pedernales que están fuera de esos parques. Es más:
la gente de Pedernales no se baña en Bahía de las Águilas, porque la Zona
Turística IV. Barahona, Pedernales, Neyba y Jimaní; sobre todo el litoral
Barahona-Pedernales, tiene decenas de playas, pero las de Pedernales son las
mejores.
Neyba, Barahona e Independencia, jamás se desarrollarán si se excluye
Pedernales. La jauría está hablando por boca de ganso: los parques no serán
tocados, tal como dijo Danilo, un hombre de verdadera palabra.
Pedernales, rica en recursos naturales, es la zona que se está despoblando
más rápido por falta de empleos (de 27 mil hab. en 10 años, está en 16 mil).
Pedernales, querido, sólo saldrá de la miseria explotando sus recursos
renovables (turismo), que, como hemos dicho, no incluye parques lejos de ahí.
Pero lo peor: es que los que están hablando, nunca han ido a Pedernales; viven
de ONG, muchos han sustraído tierras y nunca hicieron nada por los pobres. Ni
tampoco dijeron nada del decreto de Víctor. Más del 50% de los pedernalenses
viven en la miseria. ¡Qué ironía! Pedernales limpiará las legañas a todos los
sureños profundos.
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