Por Luis López Mesa (25/05/2016)
Su carácter y
su hiperactividad no la dejaron lograr avanzar en los estudios, sus metas eran
otras, siempre mantuvo actitud de enfrentar lo que se le presentara en la vida
para sacar el mejor provecho para ella y los demás que se vean en necesidad.
La vocación
de servicio venia en sus genes, su pariente lejana, Anacleta Castillo fue
partera y curandera, luego su progenitora Justina Matos, mejor conocida como
Niña, además de partera tenia la particularidad de ejercer empíricamente de
curar infecciones, suturar heridas, entablillar la fractura de una extremidad y
hasta curar animales.
Violetas
Enelis Mesa Matos procreó cuatro hijos, Johnny Rafael Perez Mesa (fallecido),
Claudio Gerónimo Perez Mesa (Flaco o Isaías), Ivonne Elizabeth Perez Mesa y
Francisco Elpidio Melo Mesa, a quienes podríamos decir que crió a media, ya que
la vocación de servicios comunitarios reducía el tiempo dentro de su hogar.
Inició desde
temprano trabajo de enfermería en la Clínica del Dr. Michel en Barahona, donde su
habilidad para lograr ser prescindible la llevaba dentro de sí, no sabía de
letras, pero sabía inducir a los demás para que le den organización a sus
ideas, logrando que sus informe del día lo preparara otra enfermera.
Su habilidad
para hacer partos, manejando cualquier técnica, además de ser experta en
sutura, especialmente a los niños, y como controlarlo para que no se resistan
sin suministrarle anestesia, esto le dio fama, y ya la demanda hizo que dejara
su trabajo con el Dr. Michel, quien le vivía rogando para que volviera a su
puesto.
Doña Emma
Balaguer de Vallejo, fundadora y presidenta de la Cruzada del Amor, había
escuchado hablar de Juana Mesa, de su magia para lograr penetrar fácilmente en
la gente, y empleando algunos de sus colaboradores logró conquistarla.
A través de
la Cruzada del Amor todo el liderazgo que había enclaustrado dentro de ella,
salió a flote, logrando ser un punto de referencia y contacto para el Partido
Reformista.
Juana Mesa
varió el nombre de su pueblo, fue durante su trayecto en la política y
principalmente en la Cruzada del Amor que se distribuyó al pueblo los famosos
“Sacúdelo”, que eran ropas donadas para ser distribuidas a las personas de
escasos recursos, también la famosa “Marifinga”, que eran fundas de alimentos
conteniendo harina de maíz, de trigo, aceite, pica pica y leche de bambi.
Su tenacidad
y habilidad para conquistar lo demostró cuando el General Elías Wessin la
convenció con su proyecto político a través del recién fundado Partido
Quisqueyano Demócrata, quien logró conquistar el tercer lugar en los pueblos
donde ella hizo política, y de un partido recién conocido. Además de ser la
única Jaquimeyera que fue miembro del Comité Central de un partido político.
Ha sido la
única iletrada conocida en haber logrado varios certificados en cursos
impartidos por salud pública, en la Oficina de Desarrollo para la Comunidad
(ODC), etc. logrando varios en manualidades; Sobre todo, logrando sobresalir en
los talleres y cursos recibidos.
Por su
amplios conocimientos en las manualidades se le ocurre la idea de crear un
centro comunal, y a través de Herminda Prat de Perez quien dirigía la Cruzada
del Amor en la Región y gobernadora de Barahona (su comadre), logran convencer
a Doña Emma para que le done las maquinas de cocer entre otros equipos.
La creación
de este Centro, dentro de su hogar, despertó el interés en las jóvenes de la
época, donde se les enseñaba costura, bordado, manualidades, etc. Luego inició
la jornada a través de las instituciones gubernamentales para la construcción
del centro, logrando llevarlo a la altura de techo, pero los cambios políticos frisaron
en el tiempo lo que pudo ser una gran obra de proyección.
Fueron muchos
sus aportes y logros, tanto en la formación de jóvenes, participación en grupos
campesinos, etc.
Juana Niña, en
su devenir de la vida, rompió el mito de los conservadores contra los comunistas, haciendo causa común,
convirtiéndose en una tenaz defensora de los terrenos del Curro, frente al
conflicto con Diana Vilches, he aquí que le colocan el sobrenombre de Juana
“Vilches”.
En esa tenaz
lucha en defensa de la tierra como patrimonio de la comunidad, mostró sus agallas,
enterró el miedo y defendió a uñas y dientes, machete en manos, las tierras de
los Cucuses frente al conflicto con la INA. Ella, junto a la Negra, Penco,
Pegao, Niño, La Mora, Moreno, y otros
fueron capaces de echar abajo las empalizadas tendidas por la INA en los
Cucuses.
Era mejor
caer en la boca del diablo y no en la de Juana "Vilches", cuando voceaba
y criticaba a los que traicionaban y se vendían, a los acaparadores de las
tierras del Salao los Cucuses.
Nunca dejó de
cumplir con los duelos de sus gentes, a la hora de una muerte o un rezo, ahí
estaba Juana dando consuelo y esperanza.
Fue una
extraordinaria consejera frente a los conflictos y problemas de la gente,
orientando y evitando desgracias.
Muchas de las calles del pueblo eran lagunas,
con las inundaciones se mantenían en algunos puntos llena de agua, pero con su
insistencia frente a las autoridades de Barahona logró el saneamiento de la
mayoría.
Juana Mesa
fue un antes y un después de la política de la región, no existe aquel que haya
recurrido a sus servicios, tanto de salud como familiar que no le haya servido,
es casi imposible que no exista una sutura en el cuerpo de un Jaquimeyero de la
época que no tenga el sello de Juana Mesa, así como una gran cantidad de partos,
esto, sin jamás pedir pago alguno.
Esa era mi madre juana mesa
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