Por José Gómez Nin, Raíces y Memorias
Quisieron hacer creer los sanguinarios conquistadores que la virgen Maria, considerada la madre de Jesús, vino a merced de los españoles, de ahí su sobrenombre, en ese cruento asesinato de condición exterminista. Porque aún subsiste ese poder dueño del mundo que usa el nombre de Dios para su hegemonía. El lobo disfrazado de oveja y el diablo que usa los símbolos del creador; mientras la cultura como modo de vida y la costumbre como ley consuetudinaria, dan las pautas a un mundo torcido que es conmemorado y celebrado por los incautos y la etrevida ignorancia.
¡Tan linda Mercedes, allá en el cibao, mujer de ojos claros, de piel canelada y lindo tumbao...!, ¡Ay levántate Mercedes, ya levántate María, "Alevántate" que ya es por la mañana; "alevántate" Mercedes, "alevántate" María, "alevántate" que ya mi amor te llama...!!!.
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