Hay seres que pueden marcar un estilo de ver y compartir la vida, personas con condiciones logradas bajo sus propios parámetros, dedicación y lucha por llegar a sus objetivos, y van dejando en su recorrido un sentimiento de bondad, sinceridad y aportes por los que hay que agradecer a la vida.
Podemos ser grandes en nuestras profesiones, grandes en hacer riquezas y grandes en querer demostrar lo que acumulamos; pero lo mas difícil es hacer que nuestros sentimientos y nuestra riqueza espiritual sea un punto luminoso donde todos la quieran sentir.
Sin importar la generación, sin importar el nivel social, sin importar al grupo religioso o político al que pertenezcamos, CHETADO MATOS lograba penetrar dentro de nuestros sentimientos como brisa suave de primera, una sonrisa, un cálido saludo, eran sus cartas de presentación, para todos.
Varias generaciones de hombres y mujeres con deseo de superarse y encontrar un camino para poder servir a la sociedad, donde muchos son oficiales con gran honor y dignidad, fue el aporte que lograste colocar en los hombros de cada uno, quienes agradecidos trillaron el camino de la moral y los buenos principios.
Has marchado, pero varias generaciones se sienten orgullosa de haber compartido contigo, tus logros descansaran en cada uno de los que gracias a ti brindan lo mejor de sí a la sociedad.
Hasta luego CHETADO MATOS.-